ACS eleva el control de sus inversiones en centros de datos, defensa o minerales críticos para evitar tropiezos
La dirección evalúa cada tres meses la presencia del grupo en terrenos que ya son estratégicos con el fin de anticipar riesgos y adaptarse a la demanda
El giro estratégico de ACS hacia el desarrollo de infraestructuras digitales, instalaciones para la defensa o la extracción de minerales críticos, obliga a pisar nuevos terrenos, monitorizar la demanda al minuto y, según explican fuentes cercanas a la compañía, extremar las precauciones. El equipo directivo está evaluando la posición de la compañía cada tres meses. Si anteriormente la prioridad era reducir riesgos en la cartera de construcción (un 85% de los contratos son ya de bajo riesgo, según la empresa), ahora se busca evitarlos especialmente en el negocio de los centros de datos, donde el grupo que preside Florentino Pérez ha tomado fuertes posiciones como promotor y constructor.
Las cuestiones que se someten a examen constantemente en la casa son las tendencias tecnológicas, la solidez de la demanda de capacidad de almacenamiento que viene especialmente de mano de la inteligencia artificial, y si las habilidades de cada una de las filiales responden a las calidades que requiere la demanda. También se tantean oportunidades de inversión en proyectos y la adquisición de nuevas compañías que refuercen la implantación en mercados estratégicos. Pero el mercado es cambiante, lo que ha hecho que se extreme la vigilancia de los pilares de la compañía.
El consejero delegado, Juan Santamaría, ha impulsado esta auditoría estratégica trimestral para seguir el cumplimiento de un plan de negocio que también apuesta por la ingeniería adaptada a la defensa (especialmente en EE UU, Europa central y del Este, y Australia); la extracción de minerales como el litio, níquel, cadmio, oro o tierras raras; las infraestructuras resistentes al cambio climático; la construcción de plantas industriales avanzadas, y la edificación compleja. Todo ello complementado con la construcción y explotación de autopistas.
En una compañía que factura 115 millones de media diaria y que contrata proyectos por más de 50.000 millones al año, también se trata de simplificar la gestión y asegurar una presencia global para atender una actividad muy diversificada. ACS está dando pasos para impulsar la centralización e integración de sus servicios de ingeniería, sistemas, inversiones o aprovisionamientos. “Todas nuestras marcas deben operar como un único equipo”, dijo el mes pasado Santamaría en un evento público organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos.