Así son las campañas de extorsión contra pequeñas empresas españolas en Google Maps: “Pueden hundirte el negocio”
Grupos organizados en Pakistán o Bangladesh escriben decenas de comentarios negativos en castellano y luego los borran a cambio de dinero. La plataforma tarda en borrarlos
Era un sábado de principios de noviembre y Pablo Sánchez, gerente de la empresa de mudanzas ServiMoving, vio algo raro en internet: una reseña de una estrella en su página de Google Maps. “Revisamos con el equipo para ver qué había pasado, qué cliente estaba descontento”, explica este trabajador a EL PAÍS. “Al poco rato entró otra y otra ... Nos empezamos a alarmar”, añade. Enseguida vieron que no eran clientes reales. “Estábamos desconcertados”, dice. Poco después averiguaron qué pasaba. Recibieron un mensaje desde un móvil extranjero: les decían que otra empresa les había pagado para escribir esas reseñas y que por 200 euros las borraban y les decían quién era el culpable. El hombre dudó y llegó a hablar por teléfono con los atacantes: “Se notaba algo organizado, en plan call center donde mucha gente estaba llamando”, explica.
Al final no pagó y la empresa sobrellevó la campaña denunciando a Google y respondiendo cada reseña con una explicación. En unas semanas las reseñas desaparecieron, pero durante muchos días su valoración bajó a poco más de cuatro estrellas y todas las críticas recientes eran de una. “Los clientes ven tus reviews, te llaman y les insistes en que está todo bien”, explica el gerente de la empresa de mudanzas.
Esta empresa de Barcelona no fue la única atacada en España. EL PAÍS ha visto otros casos de dentistas en Mallorca, vendedores de coches en Alicante, cerrajeros en Málaga o instaladores de aire acondicionado en Murcia. La única posible unión es que la mayoría tenían sus webs en inglés o se dirigían a clientes internacionales. Pero las reseñas eran en español y específicas de su sector: “Servicio terrible. Llamé a Mudanzas ServiMoving para una mudanza local y todo salió mal. No cumplieron con el horario, trataron mis pertenencias de forma brusca y dejaron manchas en las paredes”, decía un tal Paul Leisure en una de sus reseñas. Era uno de los perfiles falsos, hoy desaparecido.
Parecía que sabían mucho
“Parecía que sabían muy bien de lo que hablaban”, dice Heidi Langkafel, de la clínica European Dental Practice, cerca de Palma de Mallorca, otra de las empresas afectadas. “Han debido usar inteligencia artificial. Incluyeron cosas bastante técnicas. Luego también empezaron a decir que teníamos la clínica sucia, que había restos de sangre del paciente anterior en la silla, cosas para hundirte el negocio completamente”, añade.