Bracken, el perro detector que ayuda a proteger a los últimos erizos británicos
El erizo europeo figura como “casi amenazado” en la Lista Roja de la IUCN, tras un descenso del 30% en Europa en apenas diez años.
El erizo europeo figura como “casi amenazado” en la Lista Roja de la IUCN, tras un descenso del 30% en Europa en apenas diez años.
En la última década, el erizo europeo ha pasado de ser una presencia habitual en jardines y lindes agrícolas a convertirse en un símbolo del deterioro de la biodiversidad europea. Su declive está documentado en numerosos países, incluida España, donde la última actualización de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo clasifica como especie ‘casi amenazada’. Pero es en Reino Unido donde el panorama es más dramático y la especie figura como vulnerable en el listado oficial de mamíferos británicos y los datos confirman una caída sostenida desde el cambio de milenio. Las estimaciones más recientes advierten de descensos de hasta un 30% en áreas urbanas y del 50% en zonas rurales, cifras que, de por sí, explican el clima de alarma entre conservacionistas y entidades de bienestar animal.
El problema es complejo y no se debe a una sola causa, sino a un cúmulo de presiones que se superponen como las carreteras cada vez más transitadas, la pérdida de hábitats, las barreras que impiden sus desplazamientos y la expansión de competidores naturales. Todo ello ha transformado el paisaje británico en un lugar mucho menos hospitalario para un animal que depende de corredores verdes, setos continuos y un acceso variado a alimento y refugio.
En este dramático contexto, cualquier herramienta capaz de detectar, rescatar o simplemente evitar daños adicionales sobre las poblaciones restantes cobre un valor enorme. Y aquí es donde entra en escena Bracken, un labrador de cuatro años cuyo entrenamiento especializado lo ha convertido en un aliado inesperado para identificar erizos ocultos antes de que comiencen obras o labores de mantenimiento ambiental.
Por qué los erizos están desapareciendo
El último informe State of Britain’s Hedgehogs identifica varios factores que explican la magnitud del declive. La pérdida de hábitat, tanto por desarrollo urbanístico como por la desaparición de setos en zonas agrícolas, reduce la capacidad del territorio para sostener a los erizos. Sin espacios para anidar, hibernar o alimentarse, sus posibilidades de supervivencia disminuyen de forma drástica.
A ello se suma la fragmentación debido a vallas impermeables, jardines aislados y carreteras que actúan como auténticos muros y dificultan los desplazamientos. Cuando una población queda encerrada en un espacio pequeño, el intercambio genético se reduce y el riesgo de extinción local aumenta.