De batallas y versos: el legado de los Tercios españoles que ningún ejército ha igualado
Su pluma forjó más de un centenar de comedias y otros tantos autos sacramentales. Pedro Calderón de la Barca, alocado en sus años mozos y recto sacerdote cuando la senectud le arrebató el brío y la agilidad para la esgrima, rubricó una montaña de obras centradas en el honor, la libertad, el destino... Mil y una temáticas. Pero, lo que son las cosas, siempre guardó algunos versos para los bregados soldados que conformaban los Tercios de la monarquía hispánica . «Aquí la necesidad / no es infamia, y si es honrado, / pobre y desnudo el soldado, / tiene mejor cualidad / que el más galán y lúcido», escribió en una ocasión. Tenía razones para ello, pues había combatido en estas unidades hasta más allá de las cuarenta primaveras... ¡y de las del siglo XVI, cuando pesaban el doble!Don Pedro no fue el único. Durante aquella era gloriosa en la que los Tercios dominaban el Viejo Continente, casi trescientos años, fueron una infinidad los soldados que bregaron a la par con espada, pica y pluma. «Crearon la mejor literatura jamás escrita mientras combatían en las más grandes batallas de la época. Esta circunstancia tan increíble solo se dio en España y durante un tiempo muy concreto: el Siglo de Oro», explica a ABC el teniente coronel (R) Norberto Ruiz Lima . El también filólogo no habla al albur, pues ha dedicado meses y meses de estudio entre los muros de la biblioteca del Cuartel General del Ejército de Tierra –de la que es director– para dar vida al ensayo 'Escritores en la batalla, un siglo de Oro de la guerra y de las letras' (Dragón Colección, 2025).Noticia Relacionada estandar Si La Corona: la costura que vertebra España desde los Reyes Católicos Manuel P. Villatoro Desde que Isabel y Fernando contrajeran matrimonio en 1469, hasta Felipe VI, la Corona se ha convertido en elemento de estabilidad, de integración territorial y de centralizaciónJosé Luis Hernández Garvi , editor de la obra, subraya que esta fusión tan intensa entre literatura, artes y mundo castrense fue una suerte de milagro. «En el Siglo de Oro coincidieron una serie de circunstancias históricas que permitieron está fusión. Por un lado, los frentes abiertos por la monarquía hispánica movilizaron un amplio capital humano que sirvió en los Tercios . Aquellos que siempre tuvieron aspiraciones literarias encontraron inspiración en su experiencia en los campos de batalla para sus obras teatrales o novelas», desvela. A su vez, sostiene que todos ellos ayudan a combatir la tan manida leyenda negra : «Estos escritores nos presentan lo que fueron los Tercios en realidad. Se ha repetido que eran unos salvajes, pero la realidad es muy diferente: en sus filas había muchos personajes de alto nivel intelectual». Duras diferenciasLos nombres de los literatos que se unieron a las filas de los Tercios brillan con luz propia. Lope de Vega es uno de los más célebres. Nacido en 1562, Ruiz le define como «el amor en estado puro»; un tipo capaz «de enamorarse con cada paso que daba» y de escribir versos y obras de teatro en las que lo trágico y lo cómico se fusionaban a través de un lenguaje que algunos consideraban barriobajero. «Su afición a las mujeres fue desmedida hasta su vejez. A pesar de que superaba la sesentena, fue capaz de encandilar a la joven Marta de Nevares, de tan solo 26. Su atractivo no solo con los versos, sino con la seducción, tenía que ser evidente», explica el autor. 'Fuenteovejuna' o 'El caballero de Olmedo' son algunas de sus obras cumbre.«Los frentes abiertos por la monarquía hispánica movilizaron un amplio capital humano que sirvió en los Tercios. Aquellos que tuvieron aspiraciones literarias encontraron inspiración en su experiencia en los campos de batalla» José Luis Hernández GarviLope fue un aventurero en lo sentimental, pero también en los campos de batalla. Aunque no fue soldado durante mucho tiempo, sí se mostró orgulloso de su paso por los Tercios en sus textos. «Ni mi fortuna muda / ver en tres lustros de mi edad primera / con la espada desnuda / al bravo portugués», escribió en un texto que se le atribuye. Se asume que el dramaturgo se embarcó hacia las islas Terceras con don Álvaro de Bazán cuando apenas sumaba veinte primaveras, y también que fue uno de los miembros de la Gran Armada que Felipe II envió contra Inglaterra en 1588. Aunque Ruiz se muestra escéptico. «Él dejó constancia de sus días en Lisboa y de sus alistamientos, pero... ¿quién puede fiarse de un poeta?», bromea.Representación de Garcilaso de la Vega RICARDO SÁNCHEZAllá por el siglo XVI cada cual tenía sus adversarios de espada al cinto y verbo acerado, y Lope de Vega no era una excepción. Su rival se llamaba Pedro Calderón de la Barca, un tipo al que veía como atildado y pretencioso. «En la actualidad perdura esa imagen de sacerdote serio, vestido de negro y autor de grandes autos sacramentales. La realidad es que en los mentideros teatrales anduvo a mandobles y causó más de una muerte durante su juventud», explica Ruiz. Le preguntamos por una famosa, y la tiene clara. «La del hijo del criado del duque de Frías. Este los persiguió judicialmente, a él y a su hermano, hasta que pagaron una alta suma por el crimen», sentencia el militar.Escritores en batalla Editorial Dragón colecciónDe monje tímido tuvo poco Calderón. «Participó en múltiples combates como soldado del Regimiento de Caballería Órdenes Militares. Entre ellos, el intento de tomar Fuenterrabía por el cardenal Richelieu». Se barrunta que se alistó en los Tercios entre 1624 y 1625, y que estuvo con ellos en el asedio de Breda. Y parece lógico por el nivel de detalle que demostró en una obra de teatro que escribió sobre el tema. La misma, por cierto, que utilizó Velázquez para dar vida al que fue uno de sus lienzos más famosos: 'La rendición de Breda'. «La entrega de llaves no sucedió como la narró el dramaturgo, fue menos aparatosa: se firmó en una tienda un día de lluvia, y Justino de Nassau y sus hombres salieron bien vestidos y con sus joyas. Pero al pintor le gustó cómo se la había imaginado Calderón», señala.Soldados y espíasIgual de soldado que ellos fue Garcilaso de la Vega, nacido alrededor de 1500. Existen muchos mitos sobre él, aunque el principal es imaginarle con el rostro impoluto, como se le muestra en su sepulcro. «Lo cierto es que sufrió varias heridas en la cara. La primera fue en la boca mientras luchaba en Esquivias, donde se enfrentaba a los Comuneros. Otra se produjo en la toma de La Goleta y la última, esta sí mortal, al recibir una pedrada al asaltar la torre de Le Muy». Su paso por Italia le convirtió en el caballero renacentista por excelencia y marcó su forma de escribir. Tras bregar en los campos de batalla, su obra empezó a transmitir disciplina, honor, coraje, nostalgia y sufrimiento.«'El Quijote' solo podía ser escrito por un español que pasa por las vicisitudes de Cervantes y que es capaz de afrontarlas sin idealismo y con la certeza de que a este mundo se viene a vivir» Norberto Ruiz LimaUnas décadas después, en 1537, nació Francisco de Aldana , famoso por sus poemas cortos y elegías, pero también por ser lo que Ruiz denomina un soldado total. «Tuvo misiones en Inglaterra, Flandes e Italia. Además, fue espía en el Rif durante tres meses vestido de comerciante judío para informar al Rey Felipe II acerca de la expansión que quería afrontar el Rey Don Sebastián de Portugal en África», desvela. Este militar murió, cual personaje de novela, en la batalla de Alcazarquivir, en la que se dejó la vida el monarca luso. «Cuenta su hermano Cosme, también poeta, que, cuando estaba todo perdido y combatía contra innumerables enemigos, Francisco se cayó de su montura. Cuando el Rey Sebastián le ofreció otra, el capitán le contestó: 'Majestad, no es tiempo de montar a caballo, es tiempo de morir'», apostilla el autor.Cuadro titulado 'Cervantes soldado' pintado por Augusto Ferrer Dalma AUGUSTO FERRER-DALMAUMás conocido es Miguel de Cervantes , ese gran humanista que combatió en la batalla de Lepanto. Ruiz ve en su libro cumbre, 'El Quijote', un reflejo de su vida como soldado: «Esta obra solo podía ser escrita por un español que pasa por las vicisitudes de Cervantes y que es capaz de afrontarlas sin idealismo y con la certeza de que a este mundo se viene a vivir». Mucho se sabe de él, aunque algunos datos, explica el autor, no son ciertos: «Los estudios le colocaron mandando el esquife de la galera Marquesa , cosa imposible para un soldado bisoño». Otro tanto, confirma, ha sucedido con su tendencia sexual. «En las informaciones sobre Argel, varios testigos juraron que no se convirtió al islam ni realizó ningún acto homosexual. Pero su gran enemigo en la región, el dominico Blanco de Paz, dijo lo contrario».Retrato de Calderón de la Barca ABCSon muchos los escritores que podrían sumarse a la lista, pero Ruiz no quiere cerrar la entrevista sin citar a Francisco de Quevedo: «Fue literatura en estado puro, eso lo sabemos todos, pero además fue un agente del grande Osuna, como él lo llamaba, virrey de Sicilia y luego de Nápoles». Buen espadachín, estuvo a punto de morir en varias ocasiones, y hasta acabó en la cárcel cuando el rey cambió su valido y el duque de Lerma tomó el poder.La conclusión es que nunca, ni antes ni después, hubo un ejército que escribiera versos de tamaña altura. Porque sí, los Tercios del Siglo de Oro hicieron de la guerra y la literatura a la vez, y con los mismos éxitos.

