Del balance sonriente de Sánchez al dramático diagnóstico de Abascal: los mensajes políticos de fin de año
SOURCE:El Pais|BY:Ángel Munárriz Fernández
Pérez Llorca, presidente de la Comunidad Valenciana, despide 2025 mostrando desde Utiel su “empatía” con las víctimas de la dana. María Chivite defiende la “reputación” de Navarra tras el ‘caso Cerdán’
De la satisfacción desenfadada de Pedro Sánchez a la solemnidad dramática de Santiago Abascal, las últimas horas del año están dejando un largo reguero de mensajes políticos. Poco a poco, se ha ido convirtiendo en una tradición: líderes de partidos y responsables institucionales lanzan a las puertas del fin del año su discurso aprovechando tanto la ocasión para el balance y los propósitos que brinda la fecha como el relativo vacío informativo.
Sonriente, el presidente del Gobierno difundió un balance de dos minutos y medio en el que repasaba mes a mes “cómo este Gobierno ha mejorado tu vida”. El secretario general del PSOE combinó en su enumeración normas como la ley ELA y la de Movilidad Sostenible, medidas dirigidas al “bolsillo” como las destinadas a mejorar el acceso a la vivienda —asunto estrella de la jornada— y las subidas del salario mínimo interprofesional y del sueldo de los funcionarios, y ampliaciones de derechos como el incremento de permisos de nacimiento.
Sánchez incluyó una iniciativa con el inequívoco sello de su socio, Sumar: la exigencia de retirada de 65.000 anuncios ilegales a la empresa Airbnb, liderada por el Ministerio de Consumo. Y reivindicó su acción en el plano internacional. “Nos plantamos ante la exigencia de la OTAN” de un 5% del PIB en gasto militar, presumió Sánchez, que también destacó las medidas adoptadas para “frenar el genocidio en Gaza”. “En 2026 este Gobierno seguirá dejándose la piel para mejorar la vida de la gente de a pie”, cerró.
En las antípodas de Sánchez en fondo y forma se situó Abascal, presidente de Vox, que en un mensaje de más de siete minutos, con su imagen superpuesta a numerosas imágenes —entre ellas, la famosa fotografía de Sánchez con Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García—, afirmó que dice adiós a 2025 aunque a lo que le gustaría “decir adiós” es al actual “bipartidismo del consenso” entre el PSOE y el PP. En un discurso de aire más institucional que el del presidente, Abascal se reafirmó en la línea que le viene dando éxito en las encuestas —y en Extremadura, en las urnas— desde su salida de los gobiernos con el PP en julio de 2024: una crítica a los dos grandes partidos, casi sin distinción, a los que acusó de ser “corruptos” y de protagonizar un “consenso suicida”.
Con una pulsera con la bandera de España en la que se podía leer “Reconquista”, Abascal afirmó que España necesita una “recuperación de las libertades básicas”, una “desregulacion radical” y —en este punto fue enfático, en coherencia con su principal obsesión— un combate contra la “invasión” migratoria. Abundando en un mensaje que pretende mejorar su rendimiento en el electorado femenino, su gran asignatura pendiente, Abascal insistió en el riesgo que los extranjeros suponen para las mujeres, acusación dirigida, aunque sin citarlos, contra los llegados de países de mayoría musulmana. Tras cargar contra el “fanatismo verde, de género y fiscal” que impulsan “multimillonarios y oligarcas globalistas”, el presidente de Vox pidió que el debate político en España sea “serio y profundo”.
Decimos adiós a 2025. Digamos también adiós a la mafia y a la estafa. Y miremos con esperanza al nuevo año
Feliz 2026, y viva España. pic.twitter.com/JxtWDZA0jx
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, también se valió de las redes sociales —como Sánchez y Abascal— para despedirse de 2025 y dar la bienvenida a 2026, en su caso enfatizando en un mensaje sin vídeo el compromiso demostrado por el partido morado contra el “genocidio” de Israel en Gaza. El contexto pesa: hay tensión en el Gobierno entre el PSOE y Sumar, que se opone a la reciente aprobación por el Consejo de Ministros de una importación de material militar a Israel.
Diversos presidentes de comunidades, utilizando las televisiones autonómicas, se apuntaron al discurso de fin de año. El de Jorge Azcón (PP) fue grabado en Almohaja, un pueblo de Teruel de diez habitantes, el menos poblado de Aragón, lo cual permitió al presidente abordar el problema de la despoblación en un mensaje que combinó la reivindicación de su gestión, la “ilusión” por el futuro —“lo mejor está por venir”— y las exigencias al Gobierno central en financiación e infraestructuras. “No toleraremos que se nos trate peor que a otros”, afirmó el presidente, sin citar expresamente a Cataluña. El PSOE intentó sin éxito anular la emisión del mensaje ante la Junta Electoral de Aragón por considerar que serviría como propaganda electoral antes de los comicios del 8 de febrero.
Juanfran Pérez Llorca, de la Comunidad Valenciana (PP), cumplió con este rito institucional por primera vez tras llegar al poder en noviembre en sustitución de Carlos Mazón, que dimitió por su gestión de la dana. En un discurso en español y valenciano en Utiel, “porque aquí se vivió lo peor de la dana”, Pérez Llorca mostró su “empatía, cariño y atención” a las familias de las víctimas. La catástrofe de 2024 marcó buena parte del discurso, en el que se comprometió a trabajar con todas las administraciones, “sean del color que sean”, en referencia al Gobierno socialista.
El president elevó al máximo su promesa de reconstrucción y de prevención. “Estoy decidido a que ningún vecino vuelva a pasar miedo cuando llueva”, llegó a decir, en un mensaje salpicado de compromisos, como facilitar el acceso a la vivienda, reducir las listas de espera en sanidad, bajar impuestos y “simplificar la administración”. También afirmó que seguirá exigiendo una mejora de la financiación para la Comunidad Valenciana.
María Chivite (PSN), que se adelantó y difundió su discurso el martes, no eludió el impacto del caso Cerdán en la comunidad que preside, Navarra, y prometió que “quienes se aprovechan” de la política no van a “manchar la reputación” de la región. En un mensaje en el que reconoció que le “duele y preocupa” la corrupción porque “daña al sistema y a la democracia”, Chivite presumió de datos económicos y de empleo de Navarra, entre las comunidades más prósperas del país, y también de haber aprobado ya los presupuestos de 2026, pero se mostró consciente de los problemas en el acceso a la vivienda y a la sanidad pública. “Y hago autocrítica. Seguramente no estamos respondiendo con suficiente agilidad a vuestras necesidades sobre todo de vivienda y estabilidad laboral. Pero la desesperanza es el caldo de cultivo para el populismo autoritario”, añadió Chivite dirigiéndose a los jóvenes, a los que les dijo que para afrontar los desafíos no vale la derecha.
En castellano y bable, el presidente asturiano, el socialista Adrián Barbón, lanzó un mensaje de “ilusión” y “esperanza” en el que también destacó su compromiso por paliar el problema de la vivienda.
“Otros podrán entretenerse en dudar si son de aquí o son de allá, nosotros sabemos que somos españoles, a mucho orgullo”, afirmó Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha, que encaró el tema que lo ha convertido en la principal voz de oposición a Pedro Sánchez dentro de su partido, el PSOE. Es decir, el tema territorial, especialmente la cuestión catalana. No citó a Cataluña, pero no hizo falta. “Combatiremos cualquier tipo de privilegio que nos perjudique”, afirmó Page, que se movió en un campo retórico de “diálogo”, “moderación”, “estabilidad”, “sentido común”, “sensatez” y “coherencia”. “La honestidad pasa por la coherencia”, dijo tras comprometerse a “evitar el populismo”. Para cerrar, pidió a los castellanomanchegos que den la espalda a quienes “buscan el enfrentamiento para esconder sus miserias”. Tampoco explicitó a quién se refería.
Cada mensaje contenía su clave política. En un contexto de creciente protagonismo del debate sobre la inmigración, el lehendakari, Imanol Pradales (PNV), reclamó a los extranjeros que residen en Euskadi el compromiso de integrarse con “derechos y obligaciones”. Su homólogo gallego, Alfonso Rueda (PP), se despidió de 2025 continuando con la tradición de su partido en la comunidad, en la que aspira no solo a captar al votante conservador, sino también al galleguista. Lo hizo rindiendo un homenaje a Daniel Rodríguez Castelao, padre del nacionalismo gallego moderno e intelectual exiliado durante el franquismo.
“No podemos normalizar la polarización. Hay demasiada crispación”, dijo el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras (PP), que quiso hacer suyo el mensaje del Rey en Nochebuena durante un discurso en el que presumió de las mejoras en el empleo, se mostró consciente de los problemas de acceso a la vivienda y citó como retos pendientes la reforma del sistema de financiación y el trasvase Tajo-Segura.