El barco pirata de The Rolling Stones encalla: “Probablemente no los veremos más en directo”
SOURCE:El Pais|BY:Carlos Marcos
Tras la cancelación de una gira prevista para 2026 por la artritis de Keith Richards, se abren otras posibilidades para seguir disfrutando del grupo, aunque alguna hipótesis los fans no la quieran ni contemplar
La tenaz longevidad de The Rolling Stones parecía irrompible. Incluso se ha llegado a desterrar aquella coletilla que impulsaba a la gente a gastarse el dinero en una entrada: “Hay que ir a verlos, porque quizá ya no hagan más conciertos”. Llegó un momento en el que se sabía que no era el último recital, que la maquinaria de la mejor banda de rock and roll de la historia seguiría en marcha. Pero algo cambió la semana pasada: los planes del grupo para un tour europeo en 2026 se cancelaron. Oficialmente no se concretó la razón, aunque algunos medios dan por seguro que fue Keith Richards el que se bajó del barco pirata de los Stones. Se habla de la artritis, aunque el guitarrista la padece desde hace muchos años; incluso él apunta en las entrevistas que esta patología le ha obligado a tocar de otra forma e incluso ha mejorado como instrumentista, en cierto sentido. Quizá sea solo que el trajín de afrontar cuatro meses fuera de casa, viajando (eso sí, con todas las comodidades cubiertas y con fisios y médicos disponibles las 24 horas) y colgándose una guitarra durante dos horas por noche no le merezca ya la pena.
No existen razones para alarmar con la salud de Richards, ya que se le ha visto recientemente en clubes y tocando la guitarra. Eso sí: interpretaciones breves. The Rolling Stones actuó por última vez en España el 1 de junio de 2022. Todas las crónicas hablaron de un buen espectáculo, con la banda, ya sin el baterista Charlie Watts (fallecido en agosto de 2021), en forma, a pesar de que Jagger y Richards ya habían cumplido 78 años y Ronnie Wood, 75. El grupo telonero en el estadio del Atlético de Madrid fue Sidonie. Su cantante, Marc Ros, recuerda para este reportaje aquella noche: “Nos prohibieron ver la prueba de sonido, pero nos pasamos el veto por el forro. Era una oportunidad única para ver en la intimidad a nuestros ídolos, así que no la íbamos a desaprovechar. Entonces llega una limusina a pie de escenario y sale Ronnie Wood; luego aparece otra con Mick Jagger, y finalmente la de Keith Richards, al que le tienen que ayudar a subir por la rampa. Ahí ves a un anciano. Pero luego se pone a ensayar y su guitarra suena brutal. Ya en el concierto y ante 45.000 personas, esa persona mayor se transforma y hace un concierto sensacional. Yo vi a Keith perfecto. Desde luego, si aquel resulta ser
A partir de ahora se abren una serie de escenarios, no todos los deseados por los fans. La gran pregunta es si The Rolling Stones se ha acabado como banda de directo, una circunstancia, por otra parte, absolutamente lógica después de giras que se remontan a los años sesenta del siglo pasado. El grupo está de sobra amortizado, también en España: han actuado 23 veces desde que se estrenaron en 1976 en Barcelona. Aquel concierto en la Plaza de Toros Monumental lo organizó Gay Mercader, el promotor más relevante en España. Mercader ha sido el que más giras españolas ha gestionado del grupo británico y tiene una estrecha relación con Richards. “Yo creo que los Stones en directo probablemente se han acabado. Keith tiene problemas articulares desde hace mucho tiempo. Recuerdo que hace 20 años le vi los nudillos deformados y le pregunte: ‘¿No te duele al tocar?’. Me contestó que no. Pero las últimas informaciones que tengo me dicen que no está en condiciones físicas para hacer una gira”, explica Mercader para este reportaje. El promotor ofrece un dato concluyente: “Ocurre también que cuando los músicos tienen 75 años o más no encuentras aseguradora que se haga cargo de estos conciertos que mueven tantos millones. Así que si se suspende alguna fecha por enfermedad…”.
Javier Cosmen Concejo, especialista en el grupo y autor de los libros Cómo se hizo Sticky Fingers y Los Rolling Stones en España, ve complicado vivir de nuevo a los británicos tocando en un estadio: “Creo que es bastante improbable. La información que llega desde su entorno señala que la decisión de Richards es firme”. Nada ha parado al guitarrista hasta hoy. Estuvo enganchado una década a la heroína y la policía le pisó los talones durante ese tiempo para, según él denunció, “dar ejemplo metiendo en la cárcel a un músico famoso del degenerado rock and roll”. Luego tuvo un famoso accidente en 2006 al caerse de un árbol (y no de un cocotero, como se dijo): sufrió un traumatismo craneal que le produjo coágulos de sangre que solo le pudieron extraer con una delicada cirugía. También los percances de salud de Mick Jagger obligaron a cancelar varios conciertos en 2019, ya que le tuvieron que tratar problemas del corazón.
Algunos seguidores, con muchos conciertos del grupo a sus espaldas, acogen hasta con alivio la posibilidad de que ya no actúen más. Son los que llevan tiempo planteándose que quizá llega un momento en el que hay que dejar de ir a ver a tus ídolos, ya que son conciertos repetitivos y lógicamente con el paso de los años la merma de facultades hace mella. Cosmen es uno de ellos: “Cuando los vi en 2007 dije: ‘Ya no más’. Pero a la siguiente gira ahí estaba otra vez. La decisión de actuar sin Charlie Watts ya me pareció un poco inmoral. Los Stones llevan girando mucho tiempo y cambiado muy poco el repertorio. No resultan muy motivadores sus últimos recitales, la verdad. Por el lado positivo, está un tema casi social, que es ver a alguien mayor demostrar una tremenda vitalidad. En ese sentido son un ejemplo”. El cantante de Sidonie, que ha tocado ante el público de los Stones, señala esas sensaciones, que seguramente son las que busca el grupo, más allá del dinero, con las giras: “Es que el público de los Stones te hace sentir joven aunque tengas 80 años”.
Existen alternativas para ver a los autores de (I Can’t Get No) Satisfaction en grandes estadios que los seguidores no quieren ni escuchar: unos Stones sin Keith Richards. Recordemos que durante las seis décadas de vida el grupo ha ido perdiendo miembros y nada les ha frenado. Ya en los primeros años se cayó el pianista Ian Stewart, “porque no daba la imagen adecuada”; en 1969 echaron a un ya por esa época intratable Brian Jones, que falleció a los pocos meses del despido; en 1974 renunció Mick Taylor, para curarse de su adicción a las drogas duras y dolido porque no acreditaran sus aportaciones a las canciones; en 1993 Bill Wyman abandonó, cansado de las largas giras; y en 2023 decidieron seguir tras el fallecimiento del gran Charlie Watts. Sin embargo, no parece una posibilidad real que Mick Jagger saliera a la carretera sin su eterno colega. Y menos ahora que los dos jefes han aprendido a tolerarse incluso cuando se lanzan sibilinamente puñales, y no como en los ochenta, cuando sus desencuentros casi acaban con la banda. Lo que sí podría hacer Jagger es actuar en solitario, sin la marca The Rolling Stones. Ya funcionó así en los ochenta, pero en aquel momento existía una guerra entre él y Richards, y además el vocalista tenía discos en solitario que presentar en concierto. Esta vez no es así.
En un reciente reportaje en la revista Rolling Stone, el especialista Andy Greene contempla la posibilidad de ver al grupo en una residencia en Las Vegas, opción que funcionó en los últimos tiempos en los casos de U2, Adele o los Eagles. “Sería un gran evento cultural que atraería a fans de todo el mundo, sin importar el precio de las entradas. Muchos seguidores pedirían una segunda hipoteca sobre sus casas para ver el concierto, sobre todo si no hubiese otros recitales del grupo”, señala Greene.
Mercader opina que el grupo sale a la carretera solo si está al 100%: “Ellos se ponen el listón muy alto. No hacen conciertos por hacerlos. No actúan por dinero, sino porque lo disfrutan. Su exigencia es muy alta. Yo, que fui su promotor en España, los he visto ensayar antes de tocar. Pero ensayar casi el concierto entero. Con este nivel de exigencia no se pueden permitir destruir su imagen si no están en condiciones de tocar. Tiene el orgullo personal tan alto que no tolerarían ofrecer conciertos regulares”. ¿No se verá entonces más en un escenario a Richards? “Keith seguirá colaborando en directo con otros músicos, porque la música no se ha acabado para él, pero puede que las giras sí”, señala Mercader.
El autor de Cómo se hizo Sticky Fingers apuesta por unos Stones vivos en otro sentido: “Me parece mucho más interesante que publiquen discos con material nuevo a verlos en directo tocar canciones antiguas”. Efectivamente, esta posibilidad parece incluso cercana. Andrew Watt, el productor del último y dignísimo disco de la banda, Hackney Diamonds (2023), ha señalado que ya grabaron 15 nuevos temas. Ronnie Wood lo ha confirmado. Posiblemente, la gira que iban a realizar en 2026 se acompañaría con el álbum ya editado o al menos algún tema. Una lección más del grupo: a pesar de la edad y de los contratiempos de salud, parece seguro que de momento The Rolling Stones no va a echar el cierre.