El curioso motivo que explica por qué en Argentina se come ñoquis el día 29 de diciembre
Se trata de una tradición que lleva arraigada desde hace siglos.
La Navidad son unas fiestas cargadas de costumbres gastronómicas que pueden variar dependiendo del país. En España, por ejemplo, es común comer las emblemáticas 12 uvas en gran parte de las casas para la llegada del año próximo, mientras se dan las 12 campanadas, al igual que el disfrute de un roscón de Reyes en todos los 6 de enero y que este dulce guarde en su interior pequeñas sorpresas.
Al otro lado del océano Atlántico, concretamente en Argentina, también existe una curiosa costumbre navideña en la que, cada 29 de diciembre, se come ñoquis. Se trata de una tradición que cuenta una historia, una historia que tuvo lugar hace más de 10 siglos y que sigue presente hasta el día de hoy. Esto es lo que tienes que saber.
Según la cuenta de '@umami.oficial' en un vídeo publicado en TikTok, la costumbre de comer ñoquis por Navidad en Argentina se remonta al s. VIII, con la figura de San Pantaleón. Este fue un "médico que viajaba de pueblo en pueblo ayudando a gente", explican en el vídeo.
"Un 29 de diciembre, unos campesinos le invitan a comer un plato humilde, ñoquis de papa. Cuando se fue, los campesinos encontraron varias monedas de oro debajo de sus platos", prosigue el vídeo. Fue entonces cuando nació esta costumbre de disfrutar de este producto tan popular en Italia el 29 de diciembre de todos los años, "como símbolo de abundancia, trabajo y esperanza".
A pesar de ser una tradición muy consolidada allí, no nació en el país latinoamericano ya que, tal y como comentan, "años después, los inmigrantes italianos trajeron esta costumbre a Argentina".
Cómo hacer ñoquis de manera artesanal
El proceso de elaboración es muy sencilla y así lo explica la misma cuenta en el vídeo: "Cocina patatas en el horno hasta que se ablanden. Después, pásalas por un colador y agrega un huevo y harina". A continuación, se integra los ingredientes, se corta la masa en dos y se extienden ambas mitades para, luego, trocearlas y cocerlas en agua.