El Gobierno aprueba el primer paso para terminar el tren a Navalcarnero
El Ministerio de Transportes licita el estudio de viabilidad para rescatar la conexión ferroviaria de Cercanías con Móstoles que debía estar acabada en 2013 y la Comunidad de Madrid no terminó tras invertir 162 millones
El Gobierno ha dado un paso fundamental para que el tren a Navalcarnero, una infraestructura fallida que se remonta a la etapa de Esperanza Aguirre como presidenta de Madrid, deje de ser un tren a ninguna parte. El Ministerio de Transportes ha iniciado el proceso de licitación del contrato para desarrollar el estudio de viabilidad de la prolongación de la conexión ferroviaria de Cercanías desde Móstoles, según han adelantado fuentes gubernamentales a EL PAÍS. El presupuesto de licitación es de 738.100 euros (IVA incluido) y la redacción tiene un plazo de 24 meses, según consta desde este martes en la Plataforma de Contratación del Sector Público.
El estudio de viabilidad permitirá conocer el estado de la infraestructura, el proyecto estrella que Aguirre presentó para el suroeste de la región en las elecciones de 2007. Las obras, que la expresidenta asumió ante las dudas del Gobierno central y pese a que era una competencia estatal, se adjudicaron ese año y se interrumpieron en 2010. El motivo que alegó la concesionaria (OHL, hoy OHLA), con ocho de los casi 15 kilómetros de vía ya ejecutados, fue la falta de financiación. El estudio también analizará el grado de avance alcanzado en las obras, el punto en el que se encuentran y el análisis de su posible aprovechamiento total o parcial.
La red ferroviaria paralizada pretendía conectar Móstoles (214.000 habitantes) con Navalcarnero, localidad que ahora cuenta con más 33.000 residentes y donde estaban previstos importantes desarrollos urbanísticos truncados por el reventón de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera. La conexión ferroviaria iba a contar con siete estaciones y debía estar acabada en 2013. Fuentes de Transportes consideran “positiva” la extensión de la red de Cercanías hasta Navalcarnero con el razonamiento de que se trata de un corredor “con gran potencial de crecimiento”, que beneficiaría a 29 localidades del corredor del suroeste de Madrid en la que viven unas 250.000 personas. El área de influencia beneficiaría a municipios como Cenicientos, Sevilla la Nueva o Navas del Rey, que no tendrían que desplazarse hasta Móstoles para poder emplear la red ferroviaria actual.
El rescate de la obra responde al impulso del PSOE. El ministro para la Transformación Digital y secretario general de la federación socialista madrileña, Óscar López, se comprometió en junio a retomar los trabajos tras su abandono por parte de la Comunidad de Madrid. Un mes después, el ministro de Transportes, Óscar Puente, trasladó al alcalde de Navalcarnero desde 2015, José Luis Adell ―su predecesor, Baltasar Santos (PP), fue condenado en noviembre a una pena de siete años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por prevaricación―, la predisposición del Gobierno a asumir la construcción de la parte que falta. Puente pidió por carta a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, su colaboración.