El lugar donde conviven la tradición y la innovación
SOURCE:El Pais|BY:Javier Antonio Fernández Pérez
El sector de la alimentación, la mayor actividad de la industria manufacturera española, donde conviven negocios de toda la vida y ‘start-ups’ punteras, ante el reto de atender los nuevos gustos de los consumidores y las exigencias de sostenibilidad
Carmencita
Jesús Navarro Alberola Director general
Negocio familiar centenario ubicado en Novelda, Alicante, que va por la tercera generación. Líder en la fabricación y venta de especias, sazones y condimentos.
Moa Foodtech
Bosco Emparanza Director ejecutivo y fundador
‘Start-up’ navarra creada en 2020 que convierte subproductos de la industria agroalimentaria en ingredientes de alto valor nutricional aptos para el consumo.
Carmencita lleva un siglo sazonando con sus condimentos las recetas de los españoles. Moa Foodtech nació hace cincos años con la propuesta de convertir residuos alimentarios en nuevos ingredientes de alto valor añadido. Su diferente trayectoria y especialización son un ejemplo de la gran variedad de negocios del sector de la alimentación, el mayor de la economía española; supone casi un cuarto de la actividad manufacturera, y es uno de los más estratégicos, pues de él depende la nutrición de los casi 50 millones de ciudadanos que residen en España.
Moa Foodtech simboliza la innovación y la búsqueda de soluciones sostenibles en un negocio que consume muchos recursos y genera gran cantidad de desechos. “Usamos la inteligencia artificial y la biotecnología para crear productos con los que suplir las necesidades de un mundo cada vez más poblado y que ayuden a reducir los residuos que generamos”, señala el fundador de la empresa, Bosco Emparanza, en el vídeo que abre este texto, el cuarto capítulo de El poder de las empresas, un proyecto de Banco Sabadell. En él conversa con Jesús Navarro, responsable del marketing de Carmencita, y tercera generación al frente del negocio, que secunda la idea de Emparanza: “Uno de los principales retos de esta industria no es la falta de recursos, sino la necesidad de adoptar tecnologías diferentes que permitan extraer mayor valor de lo que ya tenemos”, explica.
La conversación entre los responsables de estas dos empresas sirve para desgranar los desafíos y los retos a los que se enfrenta este sector para darnos de comer (y beber) a todos.
La industria alimentaria española tiene una posición muy sólida en el sector manufacturero y, en general, en la economía. Goza de gran tradición, prestigio internacional y destaca por su capacidad de innovación. Representa casi el 3% del PIB nacional y el 22% del PIB industrial español, lo que la convierte en la mayor del sector manufacturero.
Dominan las pymes y las microempresas, muchas de ellas familiares. De las 27.896 compañías que componen el sector, el 77% tienen menos de 10 empleados. Coexisten con grandes multinacionales como Nestlé, Campofrío o Danone. Además, el tejido empresarial cuenta con 416 , empresas que desarrollan productos y servicios innovadores, un grupo denominado .
FUENTE: El Estado del Agrifoodtech en España 2025, de ICEX y Eatable Adventures
El empleo del sector dibuja una tendencia ascendente. Daba trabajo a 474.600 personas al cierre de 2024, un aumento 2,3% respecto al año anterior. Representa, además, el 20% del empleo en la industria y su tasa de empleo femenino es superior a la del resto del sector manufacturero. La consultora de recursos humanos Randstad destaca la capacidad de estas empresas para generar un alto porcentaje de contratos indefinidos y reducir la temporalidad.
Porcentaje de empleo femenino
En el sector de Alimentación y bebidas
39,1%
En el conjunto de la industria manufacturera
28,7%
Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Datos de 2004
“Pensamos en productos adaptados a ese futuro donde las cocinas van a estar más paradas o se usarán solo para cocinar como entretenimiento”
Jesús Navarro, tercera generación de Carmencita, reflexiona sobre el camino que seguirá la marca en los próximos años
Las fortalezas
Un sector estable que dinamiza las zonas rurales
Una demanda permanente. Este sector de bienes esenciales tiene la ventaja de mantener su actividad, aunque se produzcan cambios profundos en la economía, como crisis y recesiones. Los alimentos experimentan en general una demanda inelástica, esto significa que los consumidores los siguen comprando, aunque varíe el precio. En vez de dejar de comprarlos, los consumidores buscan otros más baratos, de marca blanca o que tenga una mayor vida útil (como conservas o congelados).
Las exportaciones están creciendo. El comercio de productos españoles en el exterior casi se ha duplicado entre 2014 y 2023. En total, el 17% de las exportaciones corresponden a alimentos y bebidas, lo que demuestra el éxito de la internacionalización de los productos relacionados con la cocina española.
Evolución de las exportaciones en el sector agroalimentario
En millones de euros
Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
Motor económico de la España rural. Las empresas de este sector tienen presencia en el 70 % de los municipios de la llamada España vaciada, de acuerdo con la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). Lo que deja patente su papel como motor económico y social en zonas rurales.
Alto nivel de tecnificación. España se consolidó en 2024 como el tercer país de Europa con mayor cantidad de robots industriales, solo superado por Alemania e Italia, de acuerdo con la Federación Internacional de Robótica (IFR, por sus siglas en inglés). El de la alimentación y bebidas destacó en 2024 como uno de los de mayor adopción de estas soluciones. Actualmente este sector representa el 10% de las instalaciones de robots industriales.
Amplia gama de productos de calidad. La industria produce y transforma alimentos en prácticamente todas las categorías demandadas por el mercado actual, desde productos básicos hasta los más exclusivos, denominados premium. Y destaca por su calidad. Además, España es el tercer país de la Unión Europea con más denominaciones de origen, lo que aporta un valor añadido a muchos productos nacionales e influye en el posicionamiento de la marca España en el mundo.
“Tengo la experiencia de que cuando copias es un desastre total”
Jesús Navarro, tercera generación de Carmencita, sobre las estrategias para mantenerse en lo alto durante un siglo
Los desafíos
Cómo atender las nuevas demandas de los consumidores
Rejuvenecer la mano de obra. El sector envejece sin el relevo generacional correspondiente. Los mayores de 45 años concentran ya el 49% del empleo, de acuerdo con Randstad. Influye en ello el hecho de que muchas plantas y explotaciones estén ubicadas en zonas rurales donde hay una menor oferta de servicios y menos oportunidades profesionales para las parejas.
Adaptarse a las nuevas exigencias de sostenibilidad. La presión para reducir el impacto ambiental y optimizar recursos productivos es mayor. Una nueva generación de consumidores está cambiando las reglas de juego. Demandan alargar la vida útil de los productos, ofrecer más variedades o envases más sostenibles, según un estudio realizado por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc).
Responder a los nuevos hábitos de los consumidores. La demanda de productos sin gluten, sin lactosa, sin azúcares, funcionales, veganos o de producción ecológica por parte de los consumidores exige a los fabricantes adaptar sus negocios a nuevas formas de producción y fabricación.
Potenciar el ecosistema innovador. El número de start-ups crece en el sector, el año pasado aumentaron un 5% respecto al año anterior, pero la inversión retrocede un 31,3%. Esta bajada se debe a un trasvase del interés de los inversores hacia start-ups dedicadas a la IA, de acuerdo con el informe del ICEX.
Combatir la dependencia del mercado exterior. Las crisis internacionales, guerras o los aranceles impactan en las exportaciones. Durante su primera legislatura como presidente de Estados Unidos, Donald Trump elevó los aranceles para la aceituna verde y el aceite de oliva hasta el 25%, lo que supuso un problema para los productores españoles que vieron mermadas sus ventas.
“Vamos a ser 10.000 millones de personas en el mundo en 2050 y no hay campos para alimentarnos, pero quizás con otro tipo de tecnologías podamos sacar más valor”
Bosco Emparanza, cofundador de MOA Foodtech, sobre la necesidad de innovar