El PP cierra 2025 lanzando toda su artillería contra el PSOE por la corrupción y con el foco puesto en inmigración, vivienda y autónomos
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El PP cierra 2025 lanzando toda su artillería contra el PSOE por la corrupción y con el foco puesto en inmigración, vivienda y autónomos
SOURCE:20 Minutos ES|BY:Pedro Marín
Los populares han tratado de definir las líneas maestras de su proyecto político mientras ejercen una dura oposición por la cascada de escándalos que ha sacudido al PSOE y al Ejecutivo durante todo el año.
El año político del Partido Popular en 2025 ha estado marcado por una estrategia de oposición frontal al Gobierno de Pedro Sánchez, entonando un discurso cada vez más duro contra el PSOE a medida que se iban conociendo los diversos escándalos que cercan al principal partido del Ejecutivo. De este modo, el partido liderado por Alberto Núñez Feijóo cierra el año como lo empezó: arremetiendo contra el Gobierno debido las tramas de corrupción, a las que se ha sumado un Me Too socialista derivado por las denuncias de acoso sexual. Una erosión del Ejecutivo que los populares pretenden capitalizar en el nuevo ciclo electoral que ha empezado en Extremadura y continuará el próximo año en las comunidades de Aragón, Castilla y León y Andalucía. Todo ello con la posibilidad de un adelanto electoral de generales, un escenario que parece que sobrevolará el panorama político.
La concatenación de presuntos casos de corrupción y acoso sexual en el PSOE que han ido emergiendo a lo largo del curso político han hecho que el discurso de los populares no haya hecho otra cosa que subir de decibelios, lanzando toda la artillería contra el PSOE y el Gobierno, tanto en las instituciones como en la calle. Principalmente, los mayores ataques a Pedro Sánchez y su partido han venido motivados por las causas que investigan a la mujer y el hermano del presidente, además de extender la sombra de la duda sobre la financiación de la candidatura de Sánchez a las primarias del PSOE, una cuestión que los populares han aprovechado para convertir en munición retórica el negocio de las saunas del suegro del jefe del Ejecutivo, y su presunta aportación económica a la carrera interna que aupó a Sánchez a lograr el control del PSOE en 2017.
En paralelo, el PP ha centrado el foco en las informaciones que se han ido conociendo del caso Koldo, que han tratado de exprimir en la comisión dedicada a la trama abierta en el Senado llamando a diferentes comparecientes, entre ellos el mismo Pedro Sánchez. Por su parte, la condena al anterior fiscal general del Estado, , también ha servido de ariete contra el Gobierno y para defender la existencia de una campaña orquestada desde Moncloa contra el PP y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tal y como aseguró Feijóo desde Génova horas después de que se conociese el fallo condenatorio del Tribunal Supremo.
La última trama destapada por la UCO, ya en la recta final del año, como es la que tiene el foco puesto en el brazo inversor del Gobierno, la SEPI, también ha cogido relevancia en la arremetida discursiva del PP, un caso que los populares ya han bautizado como la 'trama Montero', por los vínculos entre el exvicepresidente de la SEPI Vicente Rodríguez y la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Mientras tanto, los de Feijóo han aprovechado este año para perfilar una alternativa al Gobierno de coalición sentando los pilares de lo que sería su proyecto político en caso de llegar a la Moncloa. Este plan de gobierno lo han fundamentado en tres planes que han presentado a lo largo del año, como son los de vivienda, inmigración y autónomos. Tres puntos en los que el PP ha incidido, no sólo para arremeter contra las políticas que se estaban promoviendo desde el Gobierno, sino también para marcar su agenda política y adelantar lo que serían las prioridades de un hipotético Gobierno liderado por Feijóo.
En primer lugar, el líder del PP comenzó el año exponiendo su plan urgente destinado a la vivienda, dada la situación "extraordinaria" que vive España, un problema que no ha hecho más que intensificarse a lo largo de 2025, ya que el incremento del precio de los inmuebles ha sido del 12,8% en el tercer trimestre en comparación con el mismo período de 2024. Así, en el PP plantean una propuesta busque facilitar el acceso a la vivienda —especialmente para los jóvenes— a través de un aumento de la oferta, que buscan lograr mediante la agilización del suelo o la reducción de trabas burocráticas y fiscales.
Otro de los planes que ha presentado este año ha sido el de inmigración, que ha contrapuesto frontalmente a la política migratoria del Gobierno. "Hay dos formas de que la inmigración irregular siga siendo un problema: una es la que propone el Gobierno, no hablar del tema porque creen que no les da votos; y otra es la de Vox, hablar del tema sin ofrecer soluciones posibles porque creen que así consiguen votos", zanjó Feijóo el día de la presentación de estas medidas en Barcelona. Con todo ello, el PP pretende que la inmigración sea "ordenada, legal y humana", y su plan se centra en centralizar competencias en una autoridad única o el célebre visado por puntos, al estilo canadiense, para que se prime la entrada a los inmigrantes que cumplan ciertos requisitos, como el conocimiento de la cultura o una mayor capacidad de integración.
Los populares también han incidido en varias ocasiones en la cuestión de los autónomos, víctimas del "infierno fiscal" que ha promovido el Gobierno de Pedro Sánchez —según denuncian desde el PP—. Por ello, el tercer plan de los populares está dedicado a los trabajadores por cuenta propia, y contempla una bajada de impuestos, la reducción de la burocracia, y la garantía del relevo generacional a través de la formación para este colectivo que alcanza los tres millones de trabajadores, que Feijóo ha considerado como "prioritario" en más de una ocasión. "Bajar los impuestos no es una opción, es una obligación", entonó Feijóo en la presentación de estas propuestas, adelantando una de sus líneas maestras en esta materia.
No obstante, en Génova también han tenido que afrontar una crisis interna de gran calado, como ha sido la del PP valenciano tras la dimisión de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat Valenciana y su futuro relevo al frente del PPCV. Un cambio que se precipitó tras el funeral de Estado celebrado al cumplirse el año de la catástrofe de la DANA, y que el PP logró solventar relativamente rápido con la investidura de Juanfran Pérez Llorca como nuevo presidente valenciano, al contar con los apoyos de Vox. En cuanto al liderazgo del partido en la región, en un primer momento se apuntó a las últimas semanas de diciembre, concretamente el día 22 —ya que se celebra la Junta Directiva Nacional—, para acometer ese relevo orgánico en la Comunidad Valenciana, aunque desde Génova ya han adelantado que será complicado ajustarse a esa fecha.
Con todo ello, el Partido Popular afronta el próximo año con los ojos puestos en un nuevo ciclo electoral que se concentrará en el primer semestre, y en el que se prevé una victoria tras otra de los populares. Sin embargo, la clave se centrará en cómo se conseguirán estas victorias autonómicas, ya que todo dependerá del nivel de dependencia que se establezca con Vox. De hecho, los comicios autonómicos pueden articular un nuevo reparto de fuerzas en la derecha que determine el próximo período electoral que comienza en 2026.