El Supremo pide más atención en investigar las denuncias falsas tras absolver a un hombre condenado por violencia de género
El Tribunal Supremo (TS) ha insistido, a través de una sentencia, en «redoblar las cautelas que neutralicen los riesgos de manipulación que puedan concurrir» en las denuncias sobre violencia de género tras absolver a un hombre que fue condenado por esto mismo en 2016 después de que la acusada reconociera en juicio que se había autolesionado. La Fiscalía por entonces había emitido un informe en el que entendía que procedía «desestimar la demanda de revisión» solicitada por el hombre, tal y como consta en la sentencia. Los magistrados subrayan que este caso ofrece «una buena oportunidad para recordar las cualificadas obligaciones de investigación eficaz de los delitos cometidos en contextos de violencia doméstica y de género que incumben a los jueces y fiscales».«El estándar exigible de investigación eficaz en la fase previa debe permitir que los cuadros de prueba de la acusación se enriquezcan, evitando de este modo que tanto la acción penal como, eventualmente, la condena se apoyen, solo, en el testimonio de quien afirma ser víctima de este tipo de delitos », concluye el alto tribunal.La condena solo se basó en el testimonio de la mujer Así lo ha decidido la Sala de lo Penal, en una sentencia recogida por Europa Press, en la que el TS remarca que, tras «haber mentido» la denunciante « sobre la existencia de los hechos denunciados se derrumba, inevitablemente, todo el edificio condenatorio».El Supremo admitió a trámite el recurso del hombre el pasado mes de enero, alegando que la condena de instancia por violencia de género «se basó, de manera esencial, en el testimonio» de la mujer. Esa manifestación fue «declarada falsa» por sentencia firme en febrero de 2024 por un juzgado de Jerez de la Frontera (Cádiz), «que condenó, además, a la entonces testigo como autora de un delito de falso testimonio», precisa el Supremo.«En efecto, como se sostiene por el recurrente y se acredita con la documentación aportada, la base probatoria de su condena se nutrió de manera esencial de la declaración de quien afirmó en el juicio haber sido agredida», señala el alto tribunal.Y añade que «el valor acreditativo» del resto de pruebas -la declaración del acusado negando los hechos y los informes médicos que avalaban las lesiones de la mujer- «dependía exclusivamente del valor que se atribuyera a la única información primaria de la que se dispuso», es decir, «la facilitada» por la denunciante. El TS reconoce que se trataban de «informaciones con un valor potencialmente corroborativo del testimonio de la afirmada víctima». Pero una vez se hubo declarado en sentencia firme «inveraz la información», la acusación contra el hombre carecía de validez.
