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El tranvía de Jaén sigue sin rodar 15 años después de una inversión millonaria: el alcalde ve una “mano negra” detrás del bloqueo
SOURCE:El Pais|BY:Ginés Donaire
La revocación del contrato de explotación, nuevo freno para la puesta en marcha de la infraestructura que mejor simboliza el eterno enfrentamiento entre PP y PSOE
El año previo a las elecciones municipales de mayo de 2011 la ciudad de Jaén sufrió una transformación sin precedentes de su entramado urbano. La Junta de Andalucía invirtió 120 millones de euros en tiempo récord para hacer posible el que había sido el principal reclamo electoral del entonces Gobierno de coalición entre PSOE e Izquierda Unida. El tranvía circuló en pruebas en las semanas previas a los comicios locales, pero el abrumador triunfo electoral del PP en esas elecciones actuó como una sentencia condenatoria para un sistema de transportes que desde entonces vive en el ostracismo más absoluto y que simboliza mejor que nadie las consecuencias nefastas del eterno enfrentamiento entre PP y PSOE.
“Parece que existe una mano negra para que el tranvía de Jaén no se ponga en marcha, es algo inconcebible y difícil de entender”, se lamentaba en días pasados el alcalde de Jaén, el socialista Julio Millán, tras conocer que la Junta de Andalucía había revocado el contrato de explotación del tranvía que en noviembre se había propuesto a la empresa Alsa, la misma que gestiona los autobuses urbanos de la capital jiennense. “No me lo puedo explicar, algo está fallando”, añadía el regidor de Jaén, contrariado porque el Gobierno andaluz —que ha alegado falta de la documentación requerida— haya dejado fuera de la puja a la firma que había presentado una oferta de un 22% más barata que la de sus competidores, entre ellos el grupo Avanza, que es a quien la Junta andaluza ha propuesto ahora como adjudicataria.
La empresa Alsa ya ha anunciado que va a recurrir la revocación del contrato de explotación, lo que hace temer a los responsables municipales que el tranvía se sumerja de nuevo en un largo túnel del que no ha salido desde la campaña de las elecciones de 2011. Entonces, el candidato del PP, José Enrique Fernández de Moya —que más tarde fue secretario de Estado de Hacienda en el ministerio presidido por su paisano Cristóbal Montoro—, lanzó la promesa de que nunca se subiría al tranvía, una proclama que, una vez que se materializó el claro triunfo electoral de los populares, parece haber actuado como una especie de maldición bíblica sobre este medio de transporte. No obstante, su paralización formal se produjo días antes de las elecciones municipales por orden judicial, tras prosperar la denuncia de la anterior empresa de los autobuses urbanos por entender que había competencia desleal.
En los últimos tres lustros apenas ha habido coincidencia de color político en los gobiernos de Andalucía y de la ciudad de Jaén. Los socialistas volvieron a gobernar la ciudad en 2019 gracias a un pacto con Ciudadanos, pero tampoco fue posible el entendimiento con el PP, que un año antes había alcanzado el poder del Gobierno autonómico. En 2023 el PSOE, que fue el partido más votado, se quedó fuera de la alcaldía por el pacto entre PP y el grupo provincialista nacido de la plataforma de la España Vaciada Jaén Merece Más.
Se daban entonces todas las condiciones (había sintonía política en los gobiernos de Sevilla y de Jaén) para que el tranvía avanzara hacia su puesta en marcha, pero el Gobierno del popular Juan Manuel Moreno Bonilla tampoco movió un hilo. Esa actitud, unida a otra larga lista de agravios, provocó, el 2 de enero de 2025, la moción de censura contra el PP que llevó de nuevo a los socialistas (con el apoyo de Jaén Merece Más) al poder municipal.
“La del tranvía es una de las muestras más vergonzosas y palpables de la dejadez general y el ninguneo con Jaén, algo que ha terminado por aburrir a la ciudadanía”, sostiene Juan Manuel Camacho, presidente de Jaén Merece Más, aludiendo al que ha sido otro de los principales obstáculos para que el sistema tranviario se haga realidad: la desafección ciudadana hacia un modelo de transporte que nació sin el necesario consenso social.
El sistema tranviario de Jaén cuenta con un trazado de 4,78 kilómetros, que discurren íntegramente en superficie y que, a lo largo del itinerario con 10 paradas, une el norte con el sur de la capital. “El Gobierno de Juanma Moreno sigue dando pasos para reactivar una infraestructura que encontraron deteriorada y vandalizada tras una década de abandono”, han indicado desde la Consejería andaluza de Fomento después de anunciarse la adjudicación, por 10 millones de euros, de los contratos de señalización ferroviaria y el de conservación de los trenes convertidos desde hace 15 años en objetos decorativos de las cocheras.
Pero Fomento, que no ha dado ninguna explicación sobre la extraña revocación del contrato principal, el de la explotación del servicio, también omite en su diagnóstico de la situación que ha sido el PP el que ha gobernado la capital jiennense 10 de los 15 años que han transcurrido desde la finalización del tranvía.
El alcalde de Jaén teme también que la revocación del contrato de explotación a la empresa Alsa conlleve un aumento del gasto en el que es el Ayuntamiento más endeudado per cápita entre las capitales españoles y que acaba de aprobar sus cuentas para 2026 después de ocho años de incapacidad para contar con presupuestos.
Y es que en el nuevo contrato firmado entre las dos administraciones, la autonómica y la local, la Junta de Andalucía se comprometió a licitar los contratos de mantenimiento y operación, así como a la gestión de la explotación comercial. En ese último punto, la Consejería de Fomento asumía el 75% del déficit de la explotación y el Ayuntamiento el 25% restante.
El alcalde ha anunciado que el Ayuntamiento se personará en el recurso y el procedimiento abierto para adjudicar la explotación del tranvía tras revocar la Junta de Andalucía la primera concesión a la empresa Alsa, que ha recurrido la decisión. Julio Millán sostiene que esta decisión del Gobierno andaluz tiene un perjuicio para la ciudad de Jaén de 2,8 millones de euros, que es la cifra más ventajosa respecto al resto de aspirantes de la oferta presentada por Alsa.
Lo que sí parece evidente ya es que la inversión desembolsada cuando el tranvía eche a andar será muy superior a los 120 millones de coste inicial. De momento, la Junta de Andalucía ha invertido ya 8,5 millones en los trabajos de puesta a punto de un deteriorado material móvil y sistemas, y el último paso fue la contratación de los servicios de mantenimiento y operación con un presupuesto global de 37 millones, cofinanciados con fondos europeos Next Generation.
Así las cosas, y con el horizonte de una próxima cita electoral en Andalucía, los ciudadanos de Jaén se tienen que conformar en las últimas semanas con ver circular los vagones del tranvía en pruebas. Y también aquí se aprecia poco entusiasmo vecinal, en parte porque la llegada del tranvía supondrá, en la práctica, la desaparición del gran aparcamiento gratuito en el que, de manera surrealista, se han convertido las vías del sistema tranviario con la aquiescencia y complicidad de los sucesivos gobiernos locales.