El turismo estético 'low cost' dispara las urgencias: «Estuve una semana en coma y tres en la UCI»
El denominado turismo estético 'low cost', al que recurren muchas jóvenes atraídas por los bajos precios de las intervenciones de cirugía plástica que se ofertan desde otros países, ha disparado las urgencias hospitalarias y ha triplicado los cuadros de complicaciones graves en nuestro país. Emulando las populares ofertas hoteleras del ' todo incluido ' algunos centros de cirugía estética intentan captar clientes publicitando 'packs' a precios de ganga que incluyen el traslado a la clínica de destino, la intervención, el alojamiento durante la estancia en el país de destino, y, en ocasiones, hasta dietas, todo «a precios reventados». Los promotores no advierten, sin embargo, de los posibles riesgos de estas operaciones que incluso pueden conllevar la muerte.La preocupación de los especialistas por el impacto y las «secuelas graves» de algunas de estas intervenciones de bajo coste realizadas en países como Turquía, Colombia o Argentina ha aumentado en los últimos años. Siete de cada diez cirujanos plásticos catalanes asegura haber atendido en la sanidad pública urgencias relacionadas con el turismo estético 'low cost'. En más de la mitad de los casos, los pacientes han requerido ingresos hospitalarios superiores a 48 horas e incluso nuevas cirugías dentro del sistema sanitario público como la retirada de prótesis infectadas. Así lo revelan los resultados de una encuesta elaborada por la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Sccpre), que, según apuntan los especialistas, son extrapolables al resto de España.Noticia Relacionada estandar No Indemnizado con 20.000 un paciente al que no se le advirtió del riesgo de acortamiento del pene en una cirugía El Servicio Murciano de Salud deberá abonar la cuantía tras apreciar la Justicia que el documento de consentimiento firmado contenía «información genérica y vacía de contenido»Los procedimientos que concentran más complicaciones son las cirugías de contorno corporal y abdomen (prácticamente el 90% de los casos). La abdominoplastia, intervención que consiste en eliminar el exceso de piel y grasa del abdomen medio e inferior y reforzar los músculos abdominales, encabeza la lista, seguido de la liposucción y el aumento de glúteos. Las complicaciones por una «defectuosa» intervención plástica pueden ser devastadoras e incluso poner en riesgo la vida. Mariami Mezvrishvili, de 24 años y residente en Barcelona, da fe de ello.En febrero de 2023, cuanto tenía solo 22 años esta joven, nacida en Georgia y residente en Barcelona, se sometió a una intervención estética en Estambul (Turquía) y casi le cuesta la vida. Quería, según afirma, reconciliarse con su cuerpo, « sentirse mejor ». Sin embargo, tras ser operada en un quirófano que no cumplía las mínimas condiciones requeridas para realizar este tipo de cirugía estuvo luchando entre la vida y la muerte durante una semana y otras tres en la UCI del Hospital de Sant Pau de Barcelona. En una entrevista a ABC, Mariami explica los detalles de su «traumática» experiencia para que, según dice, su vivencia «ayude a otras chicas a pensárselo mucho antes de dar el paso de entrar en un quirófano sin garantías». «Me enteré de la oferta en las redes sociales»Mariami se enteró de la oferta de la clínica turca a través de las redes sociales. Era enero de 2023 y el gancho fue tan atractivo, 6.000 euros, vuelos al margen , por el traslado hasta la clínica, el alojamiento y la intervención -la mitad de lo que cuesta solo la cirugía en nuestro país- que no pudo resistirse. «Quería realizarme una liposucción abdominal y una mastopexia, cirugía de levantamiento de pecho. Se trataba de quitarme grasa abdominal para colocarla en los glúteos y levantarme el pecho», explica la joven. Contactó semanas antes con una asesora del centro turco y ésta le dio todo tipo de indicaciones. El día 31 de enero, la joven aterrizó en Estambul y un chofer (incluido en la oferta) fue a buscarla al aeropuerto y la trasladó a ella y a una amiga que la acompañaba al hotel. Tuvo el mismo servicio de traslado al día siguiente para desplazarse hasta el centro donde pocas horas después le practicaron la intervención. « Estaba muy nerviosa . Solo llegar me realizaron unas analíticas y después tuve el primer encuentro con la doctora que iba a operarme. Me dibujó la zona a intervenir y me explicó con detalle lo que iban a hacerme: sacarme grasa del abdomen para transferirla a los glúteos y levantarme el pecho», dice Mariami. «La operación duró el doble y al salir del quirófano me dolía absolutamente todo. Llamé a mi amiga y me puse a llorar» Mariami Mezvrishvili Víctima de cirugía 'low cost'Antes de entrar a quirófano estaba, según dice, «algo más tranquila». Recordaba que había visto en las redes experiencias de otras muchas chicas habían pasado también por lo mismo. «No se me ocurrió pensar -añade- que las malas experiencias a veces no salen en redes». El guión empezó a «torcerse» en la sala de operaciones, cuando la empezaron a sedar y le pareció ver «gente vestida de calle y sin mascarilla». « Aquello me asustó y me planteé escapar», asegura. La operación duró el doble de lo que le habían anunciado (fueron ocho horas en lugar de las cuatro que le aseguraron) y cuando la pasaron a la sala de recuperación apenas podía moverse. «Me dolía absolutamente todo. Llamé a mi amiga y me puse a llorar desconsoladamente», recuerda la joven. A las cuatro horas de la operación, los auxiliares que la atendían le hicieron caminar. «Solo quería llamar a mi madre», dice Mariami. Explica que pasó la primera noche « rota de dolor » en el hospital pero al día siguiente la enviaron con un chófer al hotel. «Tenía mucho malestar, me dolía mucho la barriga. Notaba que algo no había ido bien», señala la afectada.«Al llegar al aeropuerto me llevaron en silla de ruedas»«La primera noche en el hotel fue horrible. Tomaba mucho antibiótico y empecé con mareos y vómitos. Llamé al hospital y me dijeron que al día siguiente fuera a la clínica», dice Mariami. Así lo hizo. Una asistente de la doctora que la había intervenido, le quitó los drenajes y le dio luz verde para regresar a Barcelona . El 4 de febrero cogió el avión. Nunca olvidará el vuelo. «Estaba tan magullada que al llegar al aeropuerto me llevaron en silla de ruedas» relata la afectada. Cuando llegó a casa la cosa fue a peor y su madre la acompañó de urgencia al Hospital de Sant Pau, donde le diagnosticaron un shock séptico y la operaron de urgencia. «Me intervinieron para drenarme la infección que me había pasado de la barriga al pulmón y al corazón y caí en coma», dice la joven. Estuvo en puertas de la muerte una semana. Cuando la recuperaron la trasladaron a la UCI del centro y estuvo en estado crítico durante tres semanas más. «Además la cirugía que me realizaron solo empeoró mi aspecto. Me tuvieron que quitar la grasa de los glúteos porque estaba infectada y acabé con todo el cuerpo rajado», afirma Mariami que intentó denunciar al centro pero un abogado internacional la estafó y, con todo lo que tenía, según dice, «preferí centrarme en mi salud». «No habla el turco y me hubiera, además, resultado todo muy caro», reconcoe. La clínica turca, según explica, se desentendió totalmente de su caso. « No me dejaron hablar con la doctora . Solo me brindaron la posibilidad de transferirme 1.000 euros o volverme a operar. No quería saber nada de volver a entrar en un quirófano. Sería de locos volver a operarme allí», apunta la afectada. «Lo primero es la salud, no os dejéis seducir por el precio»Su mensaje a las jóvenes que, como ella, no se sienten a gusto con su cuerpo es claro: «Os diría que lo primero es la salud , que no la pongáis en juego y que si decidís operaros que no os dejéis seducir por precios muy baratos, buscad una clínica que os dé garantías», concluye Mariami. Su caso es solo uno de los muchos que ven semanalmente los cirujanos plásticos de nuestro país. Según los datos que maneja la Sccpre, cerca del 90% de los especialistas ha recibido pacientes insatisfechos con el resultado de su operación en el extranjero. Muchos de ellos, van inicialmente a las urgencias de la sanidad pública pero después recalan en la privada para recibir un tratamiento adicional «con un impacto económico y emocional significativo», advierten desde la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica. Según los resultados de la encuesta de la Sccpre, los destinos más habituales del turismo estético 'low cost' son Turquía (56%) y Colombia (41%). Cuando se necesita una cirugía correctiva, más de la mitad de los casos (56%) se resuelven con una sola operación, aunque cerca de un 25% requieren dos o más cirugías adicionales.«El 60% de las liposucciones que realizo son intervenciones secundarias en pacientes ya operadas, la mayoría en el marco del turismo estético 'low cost'» Jordi Mir Presidente de la Sociedad Catalana de Cirugía PlásticaEl presidente de la Sccpre, el doctor Jordi Mir, explica que «el 60% de las lisposucciones que realizo son intervenciones secundarias en pacientes que ya habían sido operadas previamente -la mayoría en el marco del turismo estético 'low cost'- y que han sufrido complicaciones que requieren corrección».Por su parte, el doctor Oriol Bermejo, vocal de cirugía reparadora de la Sccpre, subraya que este tipo de turismo va más allá de unos resultados insatisfactorios. «Se trata de complicaciones graves , algunas potencialmente mortales, que afectan a los pacientes y generan una carga añadida al sistema sanitario público».Cirugía de más de cuatro horas y vuelo, una combinación peligrosa La mayoría de complicaciones derivadas de intervenciones realizadas en el marco del turismo 'low cost' derivan de una valoración preoperatoria insuficiente, estancias hospitalarias muy cortas, seguimientos postoperatorios insuficientes o inexistentes y estándares de seguridad quirúrgica menos estrictos, especialmente en protocolos de desinfección, según explica la doctora Anna López Ojeda, vicepresidenta de la Sccpre. Asimismo, la especialista advierte de que el retorno al país de origen en menos de una semana, a menudo con vuelos largos, añade un riespo importante tras una cirugía mayor. «La combinación de un viaje largo y una cirugía de más de cuatro horas puede triplicar el riesgo de sufrir tromboembolia pulmonar y embolia grasosa, las dos principales causas de muerte en una liposucción.

