Las izquierdas dan carpetazo a un acuerdo para concurrir juntas a las elecciones autonómicas del próximo 8 de febrero en Aragón. Tras días de conversaciones a varias bandas, finalmente serán tres las papeletas a la izquierda del PSOE. Chunta Aragonesista (CHA) fue la primera en marcar distancias este viernes a mediodía al anunciar que su diputado en el Congreso, Jorge Pueyo —parte del grupo parlamentario de Sumar— sería el cabeza de lista por Zaragoza, mientras las negociaciones entre Podemos e Izquierda Unida han continuado a lo largo de todo el día, apurando el plazo para el registro de coaliciones, que vence a medianoche. El acuerdo entre ambas formaciones no ha sido posible finalmente en un territorio (el único junto a Asturias) donde nunca las organizaciones se han puesto de acuerdo para ir juntas a las autonómicas. Desde 2023, ambos partidos tienen un representante en las Cortes, frente a los tres de CHA. Esta vez, en la ecuación estaba también Movimiento Sumar (MS), el partido que coordina Lara Hernández, del que la formación de Ione Belarra no quiere saber nada, y que apenas tiene implantación en el territorio, como sucede en Extremadura. La formación ha acordado ir en la lista con IU.

“Estamos convencidas de que la unión es la mejor herramienta para garantizar políticas que pongan a las personas en el centro y para eso hemos trabajado intensamente estas semanas”, ha señalado Marta Abengochea, coordinadora general de Izquierda Unida Aragón en un comunicado. “El objetivo es claro: abrir una nueva etapa política en la comunidad y ofrecer una alternativa real de cambio frente al agotamiento del modelo actual”, ha explicado por su parte MS. El programa y la lista serán presentaos en los próximos días.

El viernes a mediodía, CHA confirmó que finalmente no será necesario hacer primarias para elegir a sus candidatos, al haber optado cada uno “a puestos diferentes”, según justificó en rueda de prensa su secretaria general, Isabel Lasobras Pina. Pueyo será ratificado en un comité extraordinario del partido previsto el 3 de enero.

Lasobras alejaba ya las posibilidades de acuerdo con el resto de partidos. “Si se pide la unidad de la izquierda, se pide con todos los condicionantes, no con reuniones bilaterales”, afeó en una comparecencia en la que señaló también que el interés de su formación era que las negociaciones “se llevasen a cabo en Aragón, lejos del ruido y del juego de tronos que existe en Madrid”.

Mientras, la dirigente federal de IU Amanda Meyer denunciaba en redes sociales una supuesta injerencia desde la cúpula de Podemos en las negociaciones con su partido en Aragón. “Si IU y Podemos se entienden en Aragón, se reúnen, negocian y acuerdan para concurrir juntas el 8F, con un programa de gobierno de izquierda que haga frente al PP y Vox en Aragón, se respeta. La alternativa se construye desde el territorio, los vetos de Madrid son irresponsables”, señalaba en su mensaje. Fuentes del partido trasladan que uno de los escollo era que el núcleo de Belarra no aceptaba que IU encabezase la coalición.