La llegada del momento de la jubilación para cientos de miles de españoles que acumularon largas carreras de cotización y con un nivel de retribución muy favorable está cambiando la cara a las estadísticas que dan cuenta de las condiciones con que las personas se jubilan en España. Según el último informe difundido este viernes por el Ministerio de Seguridad Social, los trabajadores por cuenta ajena que accedieron a la condición de jubilados el pasado mes de noviembre lo hicieron con una nómina mensual media por encima de los 1.700 euros por primera vez en la historia .Un rápido vistazo a los datos de los últimos años permite valorar hasta qué punto se han acelerado las prestaciones iniciales que reciben los jubilados. Si en la década que transcurrió entre 2009 y 2018 ese primera pensión apenas subió en 100 euros, desde el entorno de los 1.300 euros al mes hasta los 1.400 euros, lastrada por las circunstancias creadas por la gran crisis financiera, en los últimos cinco o seis años esa cuantía se ha disparado en términos medios hasta superar los 1.700 euros, ensanchando también la brecha entre la primera nómina como jubilados que reciben los españoles y el primer sueldo que reciben los jóvenes que acceden a un empleo por primera vez. Noticia Relacionada Deriva en la aportación fiscal estandar No La jubilación de los 'boomer' destapa una inesperada vía de agua en los ingresos por IRPF Bruno Pérez La aportación fiscal de los altos salarios de los futuros jubilados no encuentra relevo en la incorporación masiva de trabajadores inmigrantes con sueldos bajosLa mejora de las retribuciones de los nuevos pensionistas empuja lógicamente al alza el gasto mensual que las arcas de la Seguridad Social debe atender para cumplir con las obligaciones que le impone la ley. En diciembre de 2025 la factura de la nómina mensual de las pensiones alcanzó un nuevo récord tras llegar a los 13.750 millones de euros, cuando antes de la pandemia estaba incluso por debajo de los 10.000 millones.La parte más relevante de esta factura mensual tiene que ver con el coste de las pensiones de jubilación que el pasado noviembre superó por primera vez la barrera de los 10.000 millones de euros y que ha cerrado el año en 10.054 millones, tras haber experimentado un incremento cercano al 6% en el año. El siguiente capítulo que más pesa es de las pensiones de viudedad que cada mes le cuestan más de 2.000 millones de euros a las arcas de la Seguridad Social y que en diciembre se situaron en 2.202 millones.El capítulo que presenta una evolución más acelerada es, sin duda, el de las bajas por incapacidad temporal, que el pasado mes de diciembre pasaron una factura cercana a los 1.300 millones de euros y que en 2025 han presentado un incremento superior al 10% en medio de una espiral de absentismo que está drenando cada vez más recursos de la caja de las pensiones. Hay que recordar que las bajas por incapacidad temporal se pagan con las mismas cotizaciones con las que se pagan las pensiones. Desde la pandemia el gasto asociado a las bajas transitorias de los trabajadores se ha incrementado cerca de un 40%.