Los análisis genéticos sugieren que el virus de la peste porcina no salió del laboratorio de la Generalitat que estaba a cientos de metros
Los patógenos con los que se experimentaba en el centro científico catalán no coinciden con los que han matado a 29 jabalíes, según una primera comparativa no concluyente
El ADN del virus del brote de peste porcina africana en Barcelona sugiere que el patógeno no salió del laboratorio de la Generalitat de Cataluña, según las primeras conclusiones del informe presentado este martes por el equipo científico al mando y la consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, en una reunión con medios de comunicación. Los análisis genéticos encargados por el Govern muestran que el virus de los jabalíes presenta un número de mutaciones elevado respecto a los patógenos del laboratorio, una característica que no encaja con la hipótesis de la fuga. Son cepas de un mismo virus, pero aparentemente separadas por años de evolución, no por días, según los científicos que han realizado la comparativa, encabezados por Toni Gabaldón, del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, un centro fundado por la Generalitat y la Universidad de Barcelona.
Los resultados “no son concluyentes”, a la espera de los análisis paralelos en el Laboratorio Central de Veterinaria del Ministerio de Agricultura, en la localidad madrileña de Algete, según ha recalcado Gabaldón. El científico ha advertido, además, de que todavía no se ha analizado todo el material del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA), ubicado en el corazón del brote, en Bellaterra (Barcelona). Se han estudiado 19 muestras y faltan otras dos, que llevan cinco años congeladas y se consideran poco sospechosas.
Tras la presentación de los resultados, el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Òscar Ordeig, ha pedido en una rueda de prensa “prudencia” hasta que no se determine el origen del brote y por el que la Generalitat ha mandado analizar 553 jabalíes. Ordeig se ha mostrado preocupado por el reto sanitario que enfrenta el sector agroalimentario catalán el próximo año y que puede condicionar su productividad. A nivel de mercado, ha confirmado que el 80% de los mercados han aceptado la regionalización de las exportaciones.
El primer cadáver de un jabalí infectado apareció el 25 de noviembre a tan solo unos cientos de metros del CReSA, un búnker de la Generalitat que al mismo tiempo estaba haciendo experimentos con el patógeno para intentar desarrollar una vacuna. Tras unos primeros días en los que se planteó que el virus ―erradicado de España desde 1994― pudo llegar en un alimento foráneo contaminado, el propio Ministerio de Agricultura lanzó el 5 de diciembre la hipótesis de la fuga del laboratorio. El equipo de Gabaldón ha comparado ahora el ADN del patógeno de los jabalíes infectados en Barcelona con el material genético de otros 800 virus similares disponible en bases de datos internacionales, sin encontrar coincidencias. El virus de Bellaterra pertenece a un nuevo grupo, desconocido hasta la fecha.