Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
Su voz sigue emocionando a millones de españoles en Navidad: “Vuelve, a casa vuelve”, cantaba. Hace unos años fue rechazada en La Voz: “Fue tristísimo”
Maisa Hens (Madrid, 69 años) lleva un apellido de origen alemán de la época de Carlos III que se dedicó a rastrear su abuelo por los pueblo de Córdoba para hacer un árbol genealógico como es debido. Ella es Maisa desde niña y Maisa se ha quedado, de María Luisa. Su voz remite inevitablemente a estos días. Ella canta “Vuelve, a casa vuelve, por Navidad”, el anuncio de turrones El Almendro, una campaña publicitaria navideña que sigue emocionando a millones de españoles. Tiene una empresa de decoración y, aunque jubilada, sigue en la brecha. Ha hecho, por ejemplo, coros en el nuevo disco de Quique González, 1973.
Pregunta. ¿A qué se dedicaban sus padres?
Respuesta. Mi padre era ingeniero industrial y mi madre fue ama de casa. Tuvieron cinco hijos, ahora desgraciadamente ya sólo somos cuatro.
P. Su familia.
R. Estupenda. Yo he tenido una suerte brutal, una infancia muy bonita. Mi padre era muy divertido. Entendía muy bien el mundo de los niños. Y mi madre era divina, muy dulce. Mi padre organizaba los shows: siempre cantando. En casa cantábamos todo el rato.
P. ¿Cantaba desde niña?
R. Yo canté antes de hablar, prácticamente. Era una niña muy musical. Mi padre era muy flamenco, era andaluz. Mi madre tocaba muy bien la guitarra, tocaba piezas clásicas. La recuerdo de niña ensayando todos los días. A veces me despertaban a las dos de la mañana y me ponían a cantar, imagínate.
P. ¿Cómo llega a ser la voz de El Almendro?
R. Esa puerta que se me abrió fue gigantesca. La publicidad era una bomba entonces. Y la competencia brutal. Se hacían maquetas que iban a concurso y la que ganaba, para dentro. A mí me llama Álvaro Nieto, que es el compositor del jingle de Vuelve a casa, vuelve. Fue una idea brillantísima de la agencia Clarín que hoy sigue vigente: volvemos a casa por Navidad. Álvaro Nieto ganó ese concurso con su jingle y me llamó. Grabé ese trocito de canción y ya.
P. Bueno, y ya…
R. ¡Quién iba a saber qué pasaría después! La vida siguió: supe que estaba embarazada, tuve una niña. Y un día de diciembre estoy haciendo cucamonas con ella con la televisión encendida a nuestra espalda. Y escucho: “Vueeeelve, a casa vueeeeelve”. Tenías que haber visto a mi hija. Giró la cabeza como la niña de El Exorcista. No entendía nada, claro. Estaba conmigo, pero mi voz salía de otra parte.
P. ¿Fue la primera vez que vio el anuncio?
R. Sí. Nadie me llamó para decirme que iba a salir. Fue de casualidad.
