En la pista frankenstein de Dubái, el tenis monta una parodia que trata de revestir como 'la batalla de los sexos' cuando en verdad es un puro ejercicio de marketing y potente venta del producto con el género en el escaparate. Un partido entre el áspero Nick Kyrgios (671 del mundo, en proceso de retirada con 30 años) y la risueña Aryna Sabalenka (número uno del ránking y 4 Grand Slam). Una pista amañada, 9% más pequeña del lado de la tenista por motivos supuestamente científicos, y marcador favorable al hombre, un doble 6-3. El paripé confunde a Sabalenka, quien no duda en afirmar: «La atención que ha generado este partido no es inferior a una final de Grand Slam». Aturullada en su burbuja, que poco favor le hizo la exhibición al tenis femenino, la bielorrusa no debe conocer la historia de las mujeres que sí lucharon y en ocasiones transformaron el desarrollo de algunos deportes.Es poco probable que Sabalenka y Kyrgios hayan retenido en su memoria la historia de la auténtica 'batalla de los sexos' celebrada en 1973 por la bravuconada de Bobby Riggs, que fue número uno mundial en los años cincuenta. «Las tenistas no tienen estabilidad emocional para ser deportistas y deberían restringir su actividad a la cama y a la cocina», dijo Riggs, que ya había ganado a la tenista Margaret Court en un duelo de exhibición con suculento premio para la época, 20.000 dólares.Esta idea de la 'batalla de los sexos' hace 52 años fue en realidad un alegato contra el machismo más acérrimo. Billie Jean King, que entonces tenía treinta años, derrotó al fanfarrón de 55 años por 6-4, 6-3 y 6-3.Noticias relacionadas estandar No ENTREVISTA Carlos Alcaraz: «Me gusta vivir, hay que saber desconectar» Javier Ansorena estandar Si DEPORTES Del colegio al podio: los jóvenes que la rompieron en 2025 Sergi FontSe estima que el encuentro fue visto por 50 millones de personas en Estados Unidos y más de 90 millones en todo el mundo . El triunfo de King se consideró desde ese día como una aceptación pública del tenis femenino. La pelea de Billie Jean King continuó en favor de la igualdad. Fue una de las impulsoras de la Women's Tennis Asociation (WTA), la asociación de tenis femenino que rige desde entonces las competiciones de este deporte.El 19 de abril de 1967 Katherine Switzer forjó el nuevo destino de las mujeres atletas. Se inscribió en la legendaria maratón de Boston, donde solo habían corrido hombres. Un día terrible de frío, nieve y viento en el que los comisarios no se percataron de que bajo aquellos sacos calientes y anchos en la salida, no había un hombre sino una mujer con sus iniciales en el dorsal 261. La prensa que seguía en coches el maratón se percató: «Una chica en la carrera».«Sal de mi maldita carrera y entrégame esos números» Un comisario a SwitzerUn comisario se abalanzó sobre ella con ánimo de expulsarla de una competición solo para hombres. «Sal de mi maldita carrera y entrégame esos números», bramó. La escena del empujón sucedió frente al autobús de prensa y la imagen ha quedado grabada en la historia. Switzer se negó a retirarse y encontró un aliciente en su vida, un plan que cumplir. Cinco años después, en 1972, el maratón de Boston aceptó las inscripciones de mujeres.Hassiba Bourmelka hizo más por la mujer que cualquier exhibición estética en Dubai con una pista de cartón-piedra. La atleta argelina ganó la medalla de oro en la prueba reina de los 1.500 metros en pantalones cortos y sin burka. Así hizo frente a los fundamentalistas islámicos que la habían amenazado de muerte en una sociedad llena de prohibiciones legales, culturales y religiosas para las mujeres. Fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias y actualmente trabaja en la promoción del deporte en su país.Ana Carrasco en las motosEn España la historia de Ana Carrasco nunca llegó a coger el vuelo que ella deseó. Una mujer compitiendo y ganando contra los hombres en las carreras de motos. En 2013 debutó en el Mundial de motociclismo en Moto3 y consiguió su mejor clasificación en el puesto 15 en Malasia (un punto). En 2018 fue la primera mujer en ganar una carrera del campeonato mundial Supersport 3.000 (Motos de producción de 300 a 400 c.c.). Un año después, 2018, se hizo con el título de la categoría al acabar 12 grandes premios en el podio.A Carmen Valero, la atleta aragonesa que falleció hace dos años, le gustaba correr, se lo pedía el cuerpo. Lo hacía en competencia directa con los chicos y las directrices de la época (años 60 y 70) que alentaban a las mujeres a sus labores y a tener hijos. «Tuve que ganar dos mundiales para dejar de ser invisible».