Nápoles, donde se venden belenes todo el año
Hay una ciudad en Europa donde siempre es Navidad . En la bella y caótica Nápoles llevan siglos realizando 'presepis' (pesebres). Si bien el primer belén se remonta al que representó el día de Navidad de 1223 San Francisco de Asís , este destino italiano puede presumir de ser cuna de su forma más artística, la que ha llegado hasta nuestros días. Fue en el siglo XV cuando se creó un estilo único con figuras que ya presentaban un nivel de detalle exquisito vestidas con telas de alta calidad y gran ornamentación, pero fue en el siglo XVIII cuando alcanzó su época de mayor esplendor. Así, formar un belén se convirtió en una forma de ocio y de coleccionismo entre las élites napolitanas, pero los hogares más humildes no tardaron en sumarse a esta tradición aumentando aún más su popularidad. Noticia Relacionada Turismo en Italia estandar Si La otra Toscana que también enamora JAVIER CARRIÓN La zona más septentrional de esta región italiana sorprende por sus bellos paisajes y las ciudades medievales de Carrara y PontremoliActualmente, no hay hotel, negocio o edificio monumental en la ciudad que no exponga un belén, ni turista que no recorra su calle más famosa en busca de una pieza original para su propio hogar. En la Via San Gregorio Armeno , situada en el centro histórico de Nápoles, decenas de puestos apiñados ofrecen todo tipo de figuras.El más popularUno de los talleres más famosos es el de Di Virgilio , un negocio familiar que lleva creando auténticas obras de arte desde 1820. A lo largo de los años, cuatro generaciones de esta familia han dado forma a los típicos pastores napolitanos al estilo del siglo XVIII. Según cruzas la puerta de la tienda principal, la vista se va directa a la pared de la fama, un espacio en el que cuelgan decenas de fotos en las que su actual propietario, Gennaro, posa orgulloso con diferentes celebridades que han adquirido alguna de sus figuras: desde estrellas de cine como Sofía Loren o Robert de Niro , a futbolistas como Cristiano Ronaldo o papas como Francisco o Ratzinger . Además, cuentan con una pequeña galería donde se pueden admirar piezas exclusivas cuyo precio ronda los 500 euros y belenes completos que pueden alcanzan cifras astronómicas de hasta 40.000 euros , según afirma Gennaro, aunque lo normal es que uno pequeño ronde los 6.000 euros. Las figuras, que representan también escenas de la vida cotidiana son especialmente frágiles, pues el cuerpo está formado por un armazón de alambre forrado con estopa o fibras vegetales, mientras que las extremidades son de madera y la cabeza de terracota policromada con ojos de pasta vítrea. La pared de la fama del taller ROCÍO JIMÉNEZHay belenes de hasta 40.000 eurosOtro de los talleres en los que uno puede ver a sus artesanos trabajando es el de la bottega Ferrigno , donde la tradición se extiende ya por la quinta generación. Marco Ferrigno, su actual propietario, es considerado como uno de los grandes artistas contemporáneos del belén napolitano. Pistas: Cómo llegar: Existen vuelos directos con diferentes aerolíneas desde Madrid, Barcelona, y otras ciudades de España. El precio va desde los 100 euros. Dónde dormir: El Eurostars Hotel Excelsior es toda una institución en Nápoles, un edificio en el que se han rodado numerosas películas y en cuyas habitaciones han dormido celebrities de todo el mundo. A destacar las vistas del Vesubio que regala su terraza. Precio por noche desde 135 euros. Para comer: Muy cerca de la Via San Gregorio Armeno, en la Via Franceso del Giudice, está el restaurante Locanda del Grifo, un espacio gastro donde degustar algunas de las exquisitas especialidades napolitanas, como la pizza Margarita o la pasta genovesa. A tener en cuenta: Durante los meses de invierno anochece a las 16.30 horas, por lo que si se quiere recorrer sus lugares principales con luz hay que levantarse temprano para aprovechar las horas de sol.La influencia de estos belenes se extendió rápidamente por toda Europa. En el caso de España, su introducción llegó de la mano de Carlos III –fue rey de Nápoles desde 1734 hasta 1759–, quien mostró una sensibilidad artística por ellos bastante sonada llegando a participar en alguna ocasión en su diseño y elaboración en la fábrica de Capodimonte. El rey y su esposa María Amalia de Sajonia lo introdujeron en sus palacios llegando a crear una sala especial para acomodar el conocido como 'Belén del Príncipe' en el que se representaban las costumbres y vestimentas locales.

