Once platos fáciles para compartir en las cenas de Nochevieja
SOURCE:El Pais|BY:El Comidista
El año se acaba, no quedan muchas ganas de cocinar pero algo habrá que cenar: aquí tienes unas cuantas ideas para triunfar sin complicarte
Puede que seas un superhéroe de las cazuelas y llegues al 31 de diciembre con muchas ganas de guisar. O puede que seas un simple mortal al que, después de las comilonas de Nochebuena y Navidad, le queda poca batería para enredarse en la cocina. Si tu caso es este último, no desesperes: si eliges los platos correctos, la Nochevieja no tiene por qué ser otra subida culinaria al Everest. Aquí tienes once ideas sin demasiada dificultad, que se pueden preparar con cierta antelación, y que además son festivas y adecuadas para compartir en una cena como la del fin de año.
Hummus de tomate seco con pistacho
El hummus clásico siempre es una buena opción, pero por darle un giro diferente, proponemos esta versión simplificada de una receta de Alfonso D. Martín. Pica 4 tomates secos en aceite (de los que se venden listos para consumir) y ponles un poco de ralladura de limón y un chorrito de zumo. Aparte, tritura otros cinco tomates secos con 175 gramos de garbanzos cocidos, 1 diente de ajo, 1 cucharada de tahini, el zumo de medio limón, media cucharadita de comino molido y media de pimentón ahumado dulce, 1 cucharadita rasa de sal fina, 1 cucharada de aceite de oliva y 1 cubito de hielo o 50 mililitros de agua muy fría. Tritura todo hasta obtener una crema fina y homogénea. Sirve el hummus en un plato y añade en el centro el tomate seco reservado, 15 gramos de pistachos pelados y un chorrito adicional de aceite de oliva.
Aceite dulce y picante con almendras para untar
Este es un aperitivo sencillo y resultón donde los haya, que siempre debe ir acompañado de un buen pan. Pica unos 30 gramos de almendras tostadas. Pon en un plato 50 mililitros de aceite de oliva virgen extra, la ralladura de media naranja, un buen chorro de su zumo, las almendras, 1 cucharadita de chile en copos, 1 cucharada de miel y unas hojitas de tomillo, a poder ser fresco. Remueve suavemente, sálalo al gusto y sirvelo con pan.
Tanto si eres fan de la comida viejuna como si no, un cóctel de gambas siempre viste tu mesa de elegancia y distinción. Para prepararlo con aires más modernillos, sirve el marisco con tres salsas. Para la primera, mezcla en un bol 200 gramos de kétchup de buena calidad con el zumo de 1 limón, 3 cucharadas de salsa picante, 1 cucharada de salsa Perrins, sal y pimienta negra, y remueve bien hasta que quede homogénea. En otro recipiente, prepara una ajonesa combinando 200 gramos de mayonesa con 1 diente de ajo rallado y ralladura de limón. A continuación, elabora una salsa de aguacate triturando 2 aguacates con el zumo de 1 lima, 3 cucharadas de aceite de oliva, cilantro al gusto, sal y pimienta negra, hasta obtener una crema suave. Pela 20 gambas o langostinos cocidos -aquí tienes instrucciones-, dejando la punta de la cola, y sírvelas acompañadas de gajos de limón y de las tres salsas. Si sois más, puedes poner más marisco, que salsa no faltará.
Mejillones en escabeche caseros
Sí, ya sabemos que los puedes comprar de lata, y bien buenos. Pero servirlos caseros supone marcarse un tanto y quedar como un máster de la cocina ante los invitados. Pica o corta en tiras 2 cebollas dulces y sofríelas en una olla amplia a fuego medio-bajo con 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cuando la cebolla esté bien dorada, vierte unos 100 mililitros de vino, sube el fuego y añade 1 hoja de laurel junto con 1 kilo de mejillones, incorporándolos en tres tandas. Tapa la olla y vigila, retirando los mejillones en cuanto se abran y desechando los que no lo hagan, sacándolos de sus conchas conforme estén listos. Una vez abiertos todos los mejillones, destapa la olla y deja reducir la cebolla y su jugo durante 2 o 3 minutos.
Baja entonces el fuego y añade 2 cucharaditas de pimentón (dulce, picante o mezclado), removiendo sin parar durante aproximadamente 1 minuto para que se tueste ligeramente sin quemarse; incorpora después 120 mililitros de vinagre de vino blanco o de manzana y 120 mililitros de aceite de oliva virgen extra, junto con una pizca de sal, retirando la olla del fuego en cuanto empiece a hervir. Tras dejar reposar unos minutos, vierte el escabeche en el recipiente donde se vaya a conservar, añade los mejillones y, cuando esté templado, guárdalo en la nevera durante al menos un día, aunque lo ideal es dejarlo dos días antes de consumirlo.
Ensalada de endivias con aliño de queso azul
¿No querías taza viejuna? Pues aquí tienes taza y media, con una versión actualizada de las endivias con roquefort de tu abuela. Empieza con la salsa triturando 4 cucharadas de yogur con 40 gramos de queso azul, el zumo de media naranja, pimienta negra y una pizca de sal, hasta obtener una crema ligera; si quedara demasiado espesa, añade un poco más de zumo de naranja. A continuación, pela 1 manzana, córtala en trozos y úntala ligeramente con aceite de oliva para evitar que se oxide. Pica 2 endivias verdes y 2 endivias rojas (o verdes si no se encuentran rojas) y corta 4 rabanitos en láminas finas. Mezcla en un bol las endivias con la manzana, la mitad de los rabanitos y 20 gramos de nueces picadas, añade el aliño y remueve bien. Sirve la ensalada y termina repartiendo por encima el resto de los rabanitos, los 20 gramos restantes de nueces y un chorrito adicional de aceite de oliva.
Empanadillas de bonito picante
Lo mejor de esta receta es que no hay que cocinar para el relleno, y que las empanadillas las puedes freír u hornear. Pon en un bol 200 gramos de bonito en escabeche desmigado junto con 6 cucharadas de tomate frito y, si te apetece un toque picante, 2 cucharadas de salsa picante. Pica 4 anchoas, añádelas a la mezcla con un poco de su aceite y remueve bien. Incorpora 2 huevos cocidos picados, mezcla de nuevo y ajusta de sal si es necesario. Reparte una cucharada de relleno en el centro de 8 a 12 obleas de empanadillas, sin excederte para poder cerrarlas correctamente, dóblalas por la mitad y sella los bordes presionando con un tenedor.
Si decides freírlas, calienta aceite de oliva abundante en una sartén o cazuela a fuego medio y fríe las empanadillas hasta que estén de un bonito color dorado claro; retíralas y déjalas escurrir sobre papel de cocina. Si prefieres hacerlas al horno, colócalas en una bandeja, píntalas con 1 huevo batido y hornéalas a 200 ºC durante 15 a 20 minutos, hasta que estén doradas.
Fondue
Hay tres motivos para hacer una fondue en Nochevieja : primero, es divertida; segundo, está muy buena, y tercero, ¿cuándo si no vas a usar el trasto para dicha preparación que te regalaron hace años y acumula polvo en el armario desde entonces? El procedimiento es sencillo: frotas la cazuela con un diente de ajo cortado por la mitad. Rallas entre 200 y 250 gramos por persona de uno o dos quesos que fundan bien (Gruyère, Emmentaler, Appenzeller, Beaufort, Camembert o similares) y los fundes a fuego suave con una copita de kirsch, vino blanco o cualquier licor por persona. También se le puede poner un poco de trufa, setas o algunas hierbas aromáticas como albahaca, cebollino o cilantro, así como especias como la pimienta o la nuez moscada. Después, que cada uno moje en la fondue su pinchito con pan, patatas al horno o hervidas, o incluso verduras crudas o asadas.
Alcachofas ‘carbonata’
Podrías preparar esta receta con alcachofas frescas y una carbonara auténtica. Pero como estamos en modo ahorro de trabajo, proponemos tirar de corazones congelados limpios y, sacrilegio, hacemos la salsa con nata para que se pueda recalentar sin grandes problemas. Saltea unos 600 gramos de corazones de alcachofa en una sartén con un chorrito de aceite de oliva hasta que estén bien dorados. Pon 100 gramos de bacon cortado en tiras en cazuela a fuego medio. Mientras, pela una cebolla y córtala en daditos. Retira el bacon de la cazuela cuando esté crujiente y añade la cebolla. Cocínala unos cinco minutos hasta que esté transparente. Mientras, ralla unos 100 gramos de queso manchego curado y mezcla 3/4 partes con 150 mililitros de nata y pimienta negra molida. Añade la mezcla de queso y nata a la cebolla, baja el fuego y remueve hasta que se forme una crema. Añade las alcachofas y sirve con el bacon, el resto del queso y más pimienta por encima.
Salmón en costra de hojaldre
Los hojaldres con cosas son fiesta, eso es una verdad incontestable. Y si les pones salmón, pues más todavía. Esta receta de Mònica Escudero junta esos dos componentes con espinacas, pasas y piñones, y el resultado es un éxito seguro. En una sartén amplia, saltea 400 gramos de espinacas baby a fuego vivo con un chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Cuando empiecen a perder volumen, añade 50 gramos de pasas y 25 gramos de piñones, y rehoga todo junto durante un par de minutos hasta que quede bien integrado. Mientras quítale las espinas con unas pinzas a una suprema de salmón de aproximadamente 1 kilo, sin piel, y retira la parte más fina para otra preparación. Después, salpiméntalo ligeramente.
Coloca una plancha de hojaldre fresco de mantequilla sobre una bandeja de horno y pínchala varias veces con un tenedor, pon el salmón encima y cúbrelo con la mezcla de espinacas, pasas y piñones; tapa todo con la segunda plancha de hojaldre, entera o decorada al gusto. Bate 1 huevo con un chorrito de leche y pinta la superficie del hojaldre, y hornea a 180 °C durante unos 15 minutos, hasta que el hojaldre esté bien inflado y dorado. Sirve el plato caliente o templado, acompañado de queso fresco batido y un poco de limón al gusto.
Pavo ‘tonnato’
Un plato que nunca falla, que siempre gusta y que se puede tener preparado con antelación: todo lo que necesitas cuando estás hasta el moño de cocinar y festejar. Comienza colocando en una cazuela 1 kg de pechuga de pavo, 400 militros de vino blanco seco, 1 cebolla y 2 zanahorias pequeñas o 1 grande picadas en trozos grandes, 2 dientes de ajo aplastados, una pizca de sal y pimienta negra. Lleva a ebullición y baja el fuego al mínimo para dejar cocer tapado durante aproximadamente 30 minutos, hasta que el pavo esté hecho. Una vez cocido, dejar enfriar.
Tritura 250 mililitros del caldo de cocción con las yemas de 2 huevos cocidos, 1 lata de atún de unos 125 g bien escurrida, 3 filetes de anchoa grandes o 4 pequeños, 2 cucharadas de alcaparras, un par de cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharada de vinagre, el zumo de 1 limón y una pizca de azúcar. La textura se puede ajustar con un poco más de caldo si queda demasiado espesa o añadiendo aceite de oliva en hilo si resulta muy líquida. Rectifica de sal si es necesario. Corta el pavo en lonchas lo más finas posible, colócalas extendidas en una fuente, pon la salsa un poco extendida por el centro y decora con unas hojas de rúcula y unas alcaparras (si son de las que llevan rabito, queda más cuqui).
Rosbif con naranja, mostaza y almendras
Comienza precalentando el horno a 220 ºC. Mientras tanto, mezcla en un bol 3 cucharadas de mermelada de naranja con 2 cucharadas de mostaza a la antigua. Haz pequeñas incisiones en 1,2 kilos de ternera para rosbif, salpimiéntala con sal y pimienta negra y embadúrnala bien con la mezcla de mostaza y mermelada. Coloca la carne en el horno sobre una rejilla, con una bandeja debajo para recoger los jugos, baja la temperatura a 190 ºC y ásala según el punto deseado: unos 30 minutos para poco hecha, 45 minutos para punto medio o 1 hora si se prefiere bien hecha.
Mientras se asa la carne, prepara la salsa mezclando en otro bol la cucharada restante de mermelada de naranja con 3 cucharadas de mostaza a la antigua y 30 gramos de almendras tostadas picadas, añadiendo un chorrito de agua hasta obtener una salsa espesa pero fluida. Una vez fuera del horno, deja reposar la carne durante unos 10 minutos envuelta en papel de aluminio, filetéala y sírvela acompañada de la salsa de mostaza, mermelada y almendras, una ensalada verde y el jugo que haya soltado la carne durante el reposo.