¿Por qué ahora todo el mundo va al psicólogo? 3 expertos responden (y no lo que te imaginas)
Las consultas de psicología tienen lista de espera, y hablamos con naturalidad de lo necesaria que es para nosotros la terapia… ¿Qué está pasando?
En los últimos años hemos normalizado escuchar términos como salud mental, psicólogo o psicoterapia. Esto ha generado la sensación de que la psicología ha experimentado un crecimiento exponencial en España y que, prácticamente, todo el mundo acude al psicólogo 'sin que pase nada por ello, al contrario, se asume como algo positivo.
Sin embargo, la realidad es más compleja de lo que pudiera parecer, según comienza explicando Adrià Puente Sabater, psicólogo y terapeuta familiar, cofundador de Nomad Psicología. "La conversación se ha ampliado, sí, pero el acceso y la atención siguen siendo profundamente desiguales". Hablamos con él y con dos psicólogos más, para que nos den sus puntos de vista sobre este fenómeno que se ha instalado en nuestra sociedad.
Cuando la salud mental dejó de ser un tema tabú
El primer experto comparte con nosotros la opinión de que "vivimos en una sociedad cada vez más exigente, en la que la presión social, laboral y familiar se intensifica y donde las instituciones que deberían sostener y proteger a la ciudadanía se muestran insuficientes. La pandemia de 2020 fue un punto de inflexión: expuso nuestras vulnerabilidades emocionales y provocó un aumento sustancial de los trastornos ansiosos y depresivos".
¿Qué paso entonces? "En aquel momento no encontramos ningún sostén institucional que nos ayudara. A raíz de aquello, la salud mental dejó de ser un tema tabú y muchos centros psicológicos empezaron a recibir más demandas. Hemos avanzado en conocimiento, difusión y sensibilidad; hablar de salud mental ya no asusta, y es frecuente conocer a alguien que acude a terapia o que recomienda a un profesional".
La mala noticia, según Adrià es que "esto no significa que todo el mundo vaya al psicólogo. No porque no lo necesite, sino porque no todo el mundo puede permitírselo. La sanidad pública dispone de recursos extremadamente limitados y la atención privada no es accesible para todos. Y para necesitar ayuda psicológica basta con sufrir. Nadie elige el sufrimiento. Lo que necesitamos no es que toda la sociedad pase por una consulta, sino acompañados y libres de construir un futuro desde nuestra propia elección y bienestar".