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‘Rondallas’: la película española que aspira a emocionar a todo el público con la solidaridad y la tradición de las bandas gallegas
SOURCE:El Pais|BY:Gregorio Belinchón Yagüe
El director Daniel Sánchez Arévalo, el productor Ramón Campos y la distribuidora Mercedes Gamero explican su apuesta por un cine popular adulto con ambición artística y taquillera
Que una película sobre una rondalla gallega (agrupación musical con numerosos integrantes, que tocan instrumentos de cuerda, percusión y gaitas) haya nacido en un restaurante madrileño llamado El Gaitero suena a truco de guionista malo. Pero así fue. Hace unos años el director Elías León Siminiani decidió presentar al productor Ramón Campos, su compañero de series true crime, a dos amigos suyos: los cineastas David Serrano y Daniel Sánchez Arévalo. “Quedamos en ese restaurante detrás de la madrileña Plaza de España”, apunta Campos, “porque era, ya está cerrado, el favorito de la gente que trabaja en musicales en la Gran Vía, como David y Dani en algún momento”. La cita se convirtió en quedada mensual. “Nos hicimos una piña, la verdad. Y en una de esas”, recuerda Sánchez Arévalo, “Ramón, que es gallego, sacó el móvil, me enseñó el vídeo viral en el que la rondalla Santa Eulalia de Mos, con sus trajes tradicionales, sus gaitas y toda la percusión, interpretaba Thunderstruck, de AC/DC. Se me puso la piel de gallina y él me soltó: ‘Aquí hay una película, Dani”. Dicho y, años después, hecho.
Rondallas se estrena este 1 de enero en unas 250 pantallas, según apunta Mercedes Gamero, corresponsable de la distribuidora Beta Fiction Spain, que lanza el filme en las salas. Y no es una película cualquiera: es ambiciosa en presupuesto (cinco millones de euros, cuando la media del cine español fue de 2,8 millones en 2024), en su apuesta artística (Sánchez Arévalo ha estado montando el filme seis meses, afinando cada secuencia “porque Ramón me lo permitió”) y en sus ganas de romper la taquilla. Campos, líder de la poderosa productora Bambú, confiesa como referentes “el cine francés popular de calidad como o Gamero recuerda los filmes de la productora británica empresa detrás de o la saga Para Sánchez Arévalo, la guía ha sido la inglesa En la mente de todos, “¿Por qué no podemos hacer en España de calidad?”, cuestiona el productor. “Fíjate, mis socios franceses, Studio Canal y Beta Fiction, lo entendieron al momento: era algo muy local exportable rápidamente a una emoción universal”.
Cuatro bodas y un funeral, Dead Man Walking, Billy Elliot
Bridget Jones.
Tocando el viento.
Full Monty.
feel good movies
E insiste: “No sé por qué en España en este tipo de cine vamos más al trazo grueso, cuando puedes hacer películas elegantes que sean muy comerciales. Hay un freno para no lanzarnos ahí... En este 2026 sé que habrá otro par en esa línea. Estoy convencido de que el público está preparado”. Sánchez Arévalo le ratifica: “El cine familiar infantil está muy bien cubierto, especialmente gracias a Santiago Segura; cuidado, que olé por él. Pero hay un hueco de cine familiar más adulto, no existe una oferta disponible”.
Campos explica que no es la primera vez que se ha acercado al mundo de las rondallas con idea de producir un filme: “Lo intenté en 2017, pero escribiendo un tratamiento no logré como guionista encontrar la fórmula. Se quedó en un cajón en Bambú, como tantas otras ideas. Tampoco es la primera peli que Dani y yo nos proponemos hacer, pero no conseguimos levantar una historia más personal cercana a él. Se me ocurrió enseñarle el vídeo que se había vuelto viral y aceptó”. Ni es la última juntos: ya han rodado en otoño un thriller coral, Cruzados, para Netflix.
El director se fue a conocer a Dani Burgos, director de la rondalla mencionada. Su productor resume: “Aunque mi primera serie, A vida por diante, ya iba sobre un naufragio, fue Sánchez Arévalo el que decidió que una desgracia así fuera el motor narrativo”. La sinopsis: dos años después de un naufragio en el que mueren siete de los nueve tripulantes de un barco pesquero, una tragedia que sacudió a un pequeño pueblo marinero gallego, uno de los supervivientes decide que ha llegado el momento de recuperar la ilusión de la localidad. Y para ello vuelve a convocar a los integrantes de la rondalla y a sumar sangre nueva, con la intención de competir en el concurso de la zona.
En ese eco a reencuentro está la intención ulterior de Sánchez Arévalo. “La rondalla, que está compuesta por músicos aficionados, crea la sensación de comunidad, de gente que se junta por el hecho de ser parte de algo. Y cuando los ves trabajar, cómo funcionan, cómo desde la nada sacan los temas y la energía que transmiten... Ese mundo me cautivó. Siempre pensé en poder transmitir desde la pantalla todo lo que yo sentía al verles. Es un proceso colectivo para que a su vez se disfrute colectivamente, en salas. Porque para mí el otro hecho fundamental de Rondallas es que se ha rodado para cines. Tras años de series y una película para Netflix, necesitaba volver a salas: es donde he crecido y me he formado. Me duele y me preocupa que el ir al cine haya dejado de ser una costumbre”.
Sánchez Arévalo cuenta que escribió rápido, que en seis meses ya había guion definitivo. “Con Ramón hice pimpón, es decir, no le pasaba separatas del libreto, sino que le iba contando. Primero, el conflicto, para lo que me inspiré en un desgraciado naufragio reciente, el del pesquero Villa de Pitanxo. Luego me enamoré de A Guarda, en Pontevedra, y rodamos allí. En 2023 empecé y acabé la redacción, y en otoño de 2024 rodamos en ocho semanas”. Él se responsabiliza de que haya personajes de distintas generaciones —ganchos para todas las edades—, desde jubilados a adolescentes, desde el veterano Carlos Blanco a Javier Gutiérrez, María Vázquez, Tamar Novas o Marta Larralde y acabando con los jóvenes Fer Fraga y Judith Fernández. Campos confiesa: “Javier fue de los primeros en firmar, y fue él quien dijo: ‘Tiene que ser María Vázquez sí o sí’. Y sí insistí en que la película fuera lo más abierta posible: el presupuesto es grande porque es necesario, pero para recuperarlo hay que atraer a mucho público”. En pantalla, se nota y se agradece la inversión.
Para el final quedaron algunas tomas en el concurso de rondallas del área de Vigo en el Ifevi, el pabellón ferial, celebrado el pasado 18 de enero, y así se pudo aprovechar un recinto a rebosar de miles de espectadores apasionados por la rondalla. Sánchez Arévalo lo recuerda con emoción, y habla sobre el resultado final: “Ramón es muy gota malaya. Insiste con sus ideas en guion y montaje. Pero al final me dio absoluta libertad. Y Rondallas es mi película, a la vez que, como todo filme, nace de un trabajo en equipo”.
Tras un impresionante estreno en septiembre en el Velódromo de San Sebastián, durante el festival, con 3.000 personas en las gradas (“El mejor pase de mi vida”, rememora el productor), llega ahora el estreno comercial. La fecha la propusieron desde Beta Fiction. Gamero explica: “Huimos del corredor de octubre, donde se estrenan muchos títulos españoles. Y pensamos que la Navidad es un período vacacional estupendo para ir al cine, donde no había, cuando la agendamos, rivales fuertes. Además, el tono de la película hace que te apetezca compartirla en un momento de emoción. Hemos hecho muchos pases previos, sabemos que conecta con la gente”. Sánchez Arévalo, que siempre ha logrado grandes audiencias en salas y plataformas, remata: “Nunca he escrito historias solo para mí. ¿Qué sentido tiene? Siempre me acuerdo de una frase que leí de Alejandro Amenábar, en la que decía que no quiere ser un grito en el desierto. Pues yo, que ni me he aproximado a sus taquillas, tampoco”.