Suiza se replantea su neutralidad y mira a la OTAN
Desde el 20 de noviembre de 1815, tras el Congreso de Viena , cuando las grandes potencias europeas garantizaron la inviolabilidad de su territorio, Suiza ha estado bailando el vals de la neutralidad ante los sucesivos conflictos armados en Europa. La neutralidad se adoptó en su momento para proteger su integridad y evitar que quedara atrapada en las guerras entre imperios vecinos, aunque con el paso del tiempo se ha convertido en un instrumento de política financiera que hacía más seguros a sus bancos. La guerra en Ucrania , sin embargo, junto a la nueva postura de seguridad de Estados Unidos respecto a Europa, ha comenzado a resquebrajar ese escudo de neutralidad suiza y el Parlamento helvético está pidiendo ya oficialmente al Gobierno que establezca una alianza con la OTAN. El ministro de Defensa, Martin Pfister, tiene claro que «difícilmente se puede conseguir hoy armamento de primera línea sin cooperación». «La neutralidad no significa que seamos indiferentes a las violaciones del derecho internacional», ha dicho. Y las encuestas respaldan su postura: el estudio 'Seguridad 2024', realizado por la Academia Militar de la ETH de Zúrich y el Centro de Estudios de Seguridad (CSS), muestra que el 53% de los suizos está a favor de estrechar los lazos con la alianza militar occidental, un porcentaje que es significativamente superior a la media de los últimos diez años del 43%. Sólo un 30% estaría a favor de la adhesión. No obstante, también en este caso la tendencia es clara ya que la media de los diez últimos años era del 23%.Noticia Relacionada estandar Si Zelenski seguirá negociando pese a la falta de acuerdo sobre las cesiones territoriales de Ucrania Rosalía Sánchez Putin hizo saber este lunes, a través de los negociadores estadounidenses en Berlín, que Kiev debe ceder la región oriental de DonetskEn busca de un acercamiento formal, aunque todavía sin plantear la membresía, Suiza desea profundizar y ampliar su asociación con la organización, especialmente mediante la conclusión de un nuevo Programa de Asociación Individual. «Neutral, pero no autosuficiente», es el argumento. «Contribuimos activamente a misiones de mantenimiento de la paz de la OTAN como KFOR y cooperamos activamente con la OTAN en las áreas de formación, desarrollo de capacidades, adquisición de defensa, así como en investigación, desarrollo e innovación», ha dicho recientemente Pfister a corresponsales extranjeros. Según un estudio de 2024, el 53% de los suizos está a favor de estrechar los lazos con la alianza militar occidentalEsta cooperación es de vital importancia para garantizar la interoperabilidad de sus fuerzas armadas con las de los Estados vecinos y otros socios occidentales. Por ello, Suiza pretende ahora profundizar y ampliar esta cooperación, como se refleja en el nuevo Programa de Asociación Individual, que Suiza firmará pronto con la OTAN», ha informado Pfister este mismo mes.Distinción entre agresor y víctimaEl Consejo Federal publicó en agosto una serie de «recomendaciones» en materia de seguridad elaboradas por una comisión de expertos entre las que destacaba que «la política de neutralidad debe revisarse, centrarse más en su fusión de seguridad y aplicarse con más flexibilidad». «La mayoría de la comisión recomienda alinear mejor la política de neutralidad con la Carta de Naciones Unidas y tener más en cuenta la distinción entre agresor y víctima», abundaba el documento, que aconsejaba revisar la Ley Federal del 96 en materia de defensa y el acercamiento a la Alianza Atlántica.Resistencia de la oposición La resistencia más firme a cualquier cooperación internacional es la del SVP, nacional-conservador. Su postura la define el patriarca Christoph Blocher, que sostiene que los soldados suizos no deben interferir en los «asuntos exteriores». Los ecopacifistas verdes mantienen su negativa y parte de la izquierda también sigue teniendo reservas sobre la OTAN, por lo que querría solamente cooperar con la Unión Europea. Pero «la realidad es que, en Europa, la cooperación en defensa equivale a la OTAN», ha zanjado Thierry Burkart, el representante del FDP, partido liberal de centro‑derecha, que defiende la libertad individual, la economía de mercado y una política europea pragmática, como tercera fuerza más votada actualmente. «La cooperación con la OTAN y UE debe seguir profundizándose con vistas a lograr una capacidad de defensa común y ser una auténtica cooperación», insistía el texto. Ahora, los diputados de Berna quieren dar el siguiente paso en esa dirección. La cámara menor, el Consejo de Estados, ha instado al Gobierno a iniciar negociaciones con la Alianza sobre una asociación en el ámbito de la seguridad y la defensa, ampliando así un impulso del Consejo Nacional, la cámara alta, para negociar una asociación de seguridad con la UE. La iniciativa fue aprobada gracias a la aprobación mayoritaria del FDP, conservador-liberal, el Partido Demócrata Cristiano del Centro – y también entre los representantes de los socialdemócratas y los Verdes. Los términos concretos del acercamiento y hasta qué punto serían posibles obligaciones mutuas de defensa son puntos completamente abiertos por el momento.El Parlamento de Berna han aumentado el presupuesto militar al 1% del PIB y consideran subidas superiores en los próximos añosEste giro se materializa también en la política presupuestaria. Desde una inversión en defensa promedio anual del 0,75% del PIB, el Gobierno y el Parlamento de Berna han aumentado el presupuesto militar al 1% del PIB y consideran subidas superiores en los próximos años. Ha sido aprobada la compra de nuevos cazas F-35 y una relajación de las normas de exportación de material bélico, cuando, todavía en 2022, alegando neutralidad, los suizos se negaron a permitir que los alemanes entregaran munición para los tanques Gepard suministrados por Berlín a Ucrania. En contraste con anteriores votaciones sobre la misma materia, se ha formado esta vez una alianza de centro-derecha que incluía la Unión Democrática de Centro (SVP).

