Tiger Woods cumple 50 años y la pregunta es: ¿seguirá jugando el PGA Tour o se quedará en un segundo plano?
El legendario golfista puede jugar ya el circuito sénior y apunta a nuevo capitán de la Ryder, pero él se resiste al paso del tiempo
Tiger Woods cumple este martes 50 años. Viendo su cuerpo maltrecho por las continuas operaciones (de la última el pasado octubre, la séptima de espalda, se está recuperando), el palmarés rebosante con 15 grandes, la hucha más que llena, un hijo que intenta abrirse paso en el mundo del golf y un montón de negocios y proyectos sobre la mesa, la lógica invita a pensar que el hombre celebrará este penúltimo día de 2025 disfrutando de los placeres de la vida, rodeado de familia y amigos junto a una chimenea navideña. Y claro, sin entrenar. Y sí, así sería en cualquier caso salvo para Tiger, a quien el medio siglo pilla en otro intento de resurrección deportiva que va más allá de la razón.
Los 50 años abren la puerta del circuito sénior, el Champions Tour, la competición que permite disputar torneos de manera más relajada (tres días, 54 hoyos, en lugar de cuatro, y con la opción de ir en buggy por el campo) y mantener la llama competitiva de los viejos tiempos. En ese escenario se mueven históricos como Bernhard Langer, Ernie Els, Thomas Bjorn, Miguel Ángel Jiménez, Chema Olazabal, Ángel Cabrera, Vijay Singh, Stewart Cink… Y esa Liga espera con los brazos abiertos a Tiger, salvo que Tiger no lo tiene tan claro. En el fondo, este oxidado campeón todavía quiere competir con los jóvenes, jugar más grandes, quién sabe si pelear por otro Masters de Augusta.
🚨⏳⛳️ #COMING SOON — Tiger Woods will become eligible to compete on The Champions Tour in just 3 days time, which will allow Woods who turns 50 years-old on December 30th, access to a Tour that will allow the use of a golf cart. pic.twitter.com/RCPjjfFz9Y
— TWLEGION (@TWlegion) December 27, 2025
“Solo quiero volver a jugar”, suplicó el Tigre a principios de diciembre cuando ejerció de anfitrión en el Hero World Challenge, la gorra escondiendo la calvicie, la sonrisa cansada de responder siempre a lo mismo y la mirada aún afilada; “déjenme hacer eso y después decidiré qué calendario tendré. Aún estoy lejos de ese tipo de decisión y compromiso. Llevo mucho tiempo sin jugar. Ha sido un año duro. Me han pasado muchas cosas dentro y fuera del campo. No sé si lo del Champions Tour es realista, necesito tiempo para ver cómo responde mi espalda y mi cuerpo”.
Deportivamente, Tiger Woods solo es hoy la sombra de quien era. Hay que descender al puesto número 2.500 de la clasificación mundial para encontrar su nombre, la posición más baja de su carrera desde que en 1994 accedió a un listado que lideró durante 683 semanas, más del doble que el segundo (Greg Norman, 331). Su hoja de servicios en los últimos años permite hacer las cuentas con los dedos: no jugó ningún torneo puntuable para el mundial en 2021, cuando se destrozó la pierna derecha en un accidente de tráfico, tres en 2022, tres en 2023, cinco en 2024 y un 2025 otra vez sin rastro. El estadounidense no salta al ruedo desde que falló el corte en el Open Británico de 2024, un curso en el que también se quedó fuera del fin de semana en el US Open y el PGA y en el que culminó el Masters con pese a atrapar entonces el récord de 24 cortes seguidos superados.
